viernes, 30 de noviembre de 2007

29 de Noviembre: Una noche inolvidable

En casi cada ciudad de Israel hay una calle que se llama Kaf Tet Benovember. Es una anomalía que incluye cifras hebreas (29) y el nombre de un mes del calendario gregoriano, pero que se ha convertido en un frase conceptual bien conocida en el país. Ahora, que se cumple el sexagésimo aniversario de esa fecha, me han venido a la memoria algunos sucesos que he decidido compartir con mis lectores. El relato es el siguiente:

Nos habíamos acostado temprano aquel sábado. Hacía frío fuera y al día siguiente había que madrugar para ir al trabajo. Tal vez pensaba en la chica que había conocido en la víspera, o en el hecho que tenía ahora toda una semana de trabajo hasta que llegara el anhelado viernes. Cosas de adolescentes, y sin noción alguna de lo que estaba por ocurrir.
Poco después se escuchó un inesperado griterío. En un primer momento sospechamos que se hubiera repetido el terrible evento ocurrido unos meses atrás, cuando desde un vehículo militar británico se disparó a mansalva contra un café cercano, causando varios muertos y heridos. Era evidentemente, uno de los ataques de represalia que tomaba la soldadesca inglesa, para vengarse de las incursiones de Etzel y Leji, las dos organizaciones que luchaban contra el Mandato Británico, más radicales que la moderada Haganá. Pero no se habían escuchado disparos, tan sólo el eco de voces desaforadas a lo lejos. Vimos de repente uno de los tantos carros blindados ingleses que solían aparecer de vez en cuando, patrullando cautelosamente las zonas judías. Pero, ¿qué cosa más rara? Estaba lleno de soldados que gritaban frenéticamente... No, no, eran civiles, niños, jóvenes y hasta mujeres... Y cuando más se acercaban, más gente salía a su encuentro... ¿Cómo se explicaba semejante cosa?
La curiosidad era inaguantable, de modo que salimos a la calle. En pijama como la pluralidad del gentío que había abandonado sus hogares medio adormilado. En ausencia de alumbrado público, las luces de las casas (hacía poco habían conectado nuestro barrio a la red eléctrica) permitían vislumbrar siluetas medio dantescas que corrían como almas en pena. A lo lejos, apenas se distinguía la luz de un café cercano que todavía estaba abierto a esa hora avanzada de la noche, porque ¡ya debería ser más de las once!
El vehículo ya llegaba y cuán fue nuestra sorpresa cuando entre tanta gente encaramada en él, surgía un rostro blanco coronado con boina negra, y ¡en uniforme! Un soldado británico entre tantos judíos... ¡lo van a despedazar! Pero el joven de tez blanca, que sobresalía entre tanta gente morena, no parecía estar preocupado. Por el contrario, exhibía una amplia sonrisa y por primera vez pareciera que se sentía a sus anchas.
“Yesh lanu mediná”, coreaba la gente. En el barrio, la noticia corrió de boca en boca: “Ya tenemos Estado”. En aquellos tiempos en que nadie soñaba en la televisión, los diarios eran para quienes conocieran el idioma y a duras penas la gente tenía radio-, las noticias se divulgaban de boca en boca. Y nada hubiera podido anticipar que algo estaba por ocurrir ese 29 de noviembre de 1947.
Los jóvenes organizaron varios corros en medio de la carretera para bailar la “horra”, y los escasos vehículos que transitaban por la calle principal del barrio casi no podían pasar. Y cuando aparecía algún que otro autobús árabe que se dirigía desde Yafo a las aldeas vecinas, el gentío no perdía la ocasión para demostrar su entusiasmo, mientras que los pasajeros árabes se sentían perturbados y atemorizados ante esa explosión de alegría.
Al día siguiente ya se registraron los primeros ataques contra el tráfico judío a Netania y Jadera, y pronto se supo que el populacho árabe había incendiado el centro comercial de Jerusalén. Diez días más tarde, los árabes lanzaron un ataque desde la vecina aldea de Sálame contra el barrio. La Haganá logró rechazar a los atacantes, y aunque varias balas se habían incrustado en la pared de nuestra casa, todos estábamos ilesos si bien un tanto asustados. En un momento dado, la situación llegaría a tal extremo que nos refugiaríamos en una sinagoga de Tel Aviv. Al comenzar la Guerra de la Independencia, una seria inquietud por el futuro había reemplazado al entusiasmo. Pero aquélla había sido una noche de fiesta y de exaltación, una noche inolvidable.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

La misión de los profetas en citas bíblicas

Este material fue recopilado por Sebastián Grimberg para la capacitación al tzevet de madrijim de Bialik y de BarKojba de cara al campamento de verano 2007, cuyo eje temático será Neviím (Profetas) y su legado ético.

- Llamar a la Teshuvá y reflexión (Amos 5, 13-15)

"לכן המשכיל בעת ההיא ידם כי עת רעה היא: דרשו טוב ואל רע למען תחיו ויהי כן ידוד אלהי צבאות אתכם כאשר אמרתם: שנאו רע ואהבו טוב והציגו בשער משפט אולי יחנן ידוד אלהי צבאות שארית יוסף:"

“Por consiguiente el que es prudente guarda silencio en este tiempo, porque es un tiempo malo. Busquen el bien y no el mal, para que puedan vivir (…) Odien el mal y amen el bien, y hagan justicia en la puerta. Quizás el Eterno, Dios de los ejércitos, conceda Su gracia al resto de Iosef”.


- Poner en tela de juicio los modelos sociales (Ieshaiahu (Isaías) 58,3-7)

"למה צמנו ולא ראית ענינו נפשנו ולא תדע הן ביום צמכם תמצאו חפץ וכל עצביכם תנגשו: הן לריב ומצה תצומו ולהכות באגרף רשע לא תצומו כיום להשמיע במרום קולכם: הכזה יהיה צום אבחרהו יום ענות אדם נפשו הלכף כאגמן ראשו ושק ואפר יציע הלזה תקרא צום ויום רצון לידוד: הלוא זה צום אבחרהו פתח חרצבות רשע התר אגדות מוטה ושלח רצוצים חפשים וכל מוטה תנתקו: הלוא פרס לרעב לחמך ועניים מרודים תביא בית כי תראה ערם וכסיתו ומבשרך לא תתעלם:"


“¿Para qué hemos ayunado si Tú no nos ves? ¿Para qué hemos afligido nuestra alma, si Tú no Te enteras de ello?”, decís. Pero he aquí que en el día de ayuno se van tras sus negocios y trabajos. Ayunan para reñir y discutir, y herir con el puño de la maldad (…) ¿Es este el ayuno que Yo he escogido? ¿Es así el día para que un hombre aflija su alma? (…) ¿A esto llaman ayuno, día grato para D’s? No es éste el ayuno que yo he escogido para soltar las ligaduras de la maldad, para librar a los oprimidos y para que rompan todo yugo. Es para compartir tu pan con el hambriento, y para que traigas a los pobres que rechazaste en tu casa, y para que, cuando veas al desnudo, le cubras de ropas, y para que no te ocultes de tu propia carne”.


- Advertir consecuencias positivas del buen comport. (Ieshaiahu (Isaías) 58,8-10)

"אז יבקע כשחר אורך וארכתך מהרה תצמח והלך לפניך צדקך כבוד ידוד יאספך: אז תקרא וידוד יענה תשוע ויאמר הנני אם תסיר מתוכך מוטה שלח אצבע ודבר און: ותפק לרעב נפשך ונפש נענה תשביע וזרח בחשך אורך ואפלתך כצהרים:"

(Continuación de la cita anterior…) “Entoces brillará tu luz como la mañana, y brotará rápidamente el remedio de tu mal, e irá tu justicia delante de ti, y la gloria del Eterno será tu retaguardia. Y llamarás y D’s te responderás. Clamarás y Él te contestará: “Aquí estoy”. Si sacas de en medio de ti el dedo amenazador y las palabras arrogantes, y si abres tu alma a los hambrientos y satisfaces al alma afligida, tu luz se levantará como las tinieblas y tu melancolía será como el mediodía”.


- Advertir consecuencias negativas del mal comportamiento (Iejezkel (Ezequiel) 7,5-8)

"כה אמר אדני ידוד רעה אחת רעה הנה באה: קץ בא בא הקץ הקיץ אליך הנה באה: באה הצפירה אליך יושב הארץ בא העת קרוב היום מהומה ולא הד הרים: עתה מקרוב אשפוך חמתי עליך וכליתי אפי בך ושפטתיך כדרכיך ונתתי עליך את כל תועבותיך:"

Así dice D’s el Eterno: “He aquí que viene un mal, un mal singular. Un fin ha venido. El fin ha llegado: se despierta contra ti. He aquí que viene. Te ha llegado el turno, morador de la tierra. Ha llegado el tiempo (…) Dentro de poco tiempo derramaré Mi ira sobre ti, y descargaré Mi cólera sobre ti, y te juzgaré conforme a tus caminos, y haré recaer sobre ti todas tus abominaciones”.


- Buscar el bien de la gente (Ioná (Jonás) 4,5-11)


(El pasaje transcripto tiene lugar en el momento en que Ioná, enojado con D’s porque no destruyó la ciudad de Nínive dado el arrepentimiento de su población, se sienta a descansar)

"ויצא יונה מן העיר וישב מקדם לעיר ויעש לו שם סכה וישב תחתיה בצל עד אשר יראה מה יהיה בעיר: וימן ידוד אלהים קיקיון ויעל מעל ליונה להיות צל על ראשו להציל לו מרעתו וישמח יונה על הקיקיון שמחה גדולה: וימן האלהים תולעת בעלות השחר למחרת ותך את הקיקיון וייבש: ויהי כזרח השמש וימן אלהים רוח קדים חרישית ותך השמש על ראש יונה ויתעלף וישאל את נפשו למות ויאמר טוב מותי מחיי: ויאמר אלהים אל יונה ההיטב חרה לך על הקיקיון ויאמר היטב חרה לי עד מות: ויאמר ידוד אתה חסת על הקיקיון אשר לא עמלת בו ולא גדלתו שבן לילה היה ובן לילה אבד: ואני לא אחוס על נינוה העיר הגדולה אשר יש בה הרבה משתים עשרה רבו אדם אשר לא ידע בין ימינו לשמאלו ובהמה רבה:"

“Y salió Ioná de la ciudad y se sentó al oriente, donde se hizo una enramada, y se sentó debajo de ella en la sombra, hasta que viera lo que sucedería con la ciudad. Y D’s hizo aparecer un árbol de ricino, que hizo sombra sobre la cabeza de Ioná, para librarle de su mal. Y Ioná quedó muy contento con el árbol. Pero al alba del día siguiente D’s hizo aparecer un gusano que hirió al árbol, el cual se marchitó. Y ocurrió, cuando subió el sol, que D’s hizo venir un fuerte viento del oriente, y el sol castigó la cabeza de Ioná, al punto de que, desfalleciente, quiso morir (…) Entonces le dijo D’s a Ioná: “Tuviste piedad del árbol, para el cual no trabajaste ni lo hiciste crecer, que surgió en una noche y se consumió en otra. ¿No debo yo entonces tener piedad de Nínive, esa gran ciudad, donde hay más de ciento veinte mil personas que no pueden discernir entre la mano derecha y la izquierda?”


- Educar en forma paternal en el camino de la libertad (Oshea 11,1-5)

"כי נער ישראל ואהבהו וממצרים קראתי לבני: קראו להם כן הלכו מפניהם לבעלים יזבחו ולפסלים יקטרון: ואנכי תרגלתי לאפרים קחם על זרועתיו ולא ידעו כי רפאתים: בחבלי אדם אמשכם בעבתות אהבה ואהיה להם כמרימי על על לחיהם ואט אליו אוכיל: לא ישוב אל ארץ מצרים ואשור הוא מלכו כי מאנו לשוב:"

“Cuando el pueblo de Israel era joven Yo le amaba, y al sacarle de Egipto le llamaba “Hijo Mío”. Pero cuanto más los llamaban (Mis Profetas), más se alejaban de ellos. Sacrificaban para los ídolos, y ofrecían holocaustos a imágenes esculpidas. Y yo les enseñé a la tribu de Efraim a caminar, tomándoles de la mano, pero ellos no reconocían que Yo les daba salud (…). Israel no ha de volver a la tierra de Egipto, pero el asirio será ahora su rey porque se negaron a retornar a Mí”.


- Ir en contra de la corriente de ser necesario (Irmiahu (Jeremías) 43,1-2)
"ויהי ככלות ירמיהו לדבר אל כל העם את כל דברי ידוד אלהיהם אשר שלחו ידוד אלהיהם אליהם את כל הדברים האלה: ויאמר עזריה בן הושעיה ויוחנן בן קרח וכל האנשים הזדים אמרים אל ירמיהו שקר אתה מדבר לא שלחך ידוד אלהינו לאמר לא תבאו מצרים לגור שם:"

“Y aconteció cuando Irmiahu terminó de decir a todo el pueblo todas las palabras de D’s, con las que el Eterno le había enviado a ellos, hablaron Azariá hijo de Hoshaiá y Iojanán hijo de Carea, y todos los hombres arrogantes, diciéndole a Irmiahu: “Dices mentiras, el Eterno nuestro Dios no te ha enviado para decir (…)”.


- Desafiar a la autoridad de ser necesario (Irmiahu (Jeremías) 38,4-6)

"ויאמרו השרים אל המלך יומת נא את האיש הזה כי על כן הוא מרפא את ידי אנשי המלחמה הנשארים בעיר הזאת ואת ידי כל העם לדבר אליהם כדברים האלה כי האיש הזה איננו דרש לשלום לעם הזה כי אם לרעה: ויאמר המלך צדקיהו הנה הוא בידכם כי אין המלך יוכל אתכם דבר: ויקחו את ירמיהו וישלכו אתו אל הבור מלכיהו בן המלך אשר בחצר המטרה וישלחו את ירמיהו בחבלים ובבור אין מים כי אם טיט ויטבע ירמיהו בטיט:"

“Entonces le dijeron los príncipes al Rey de Babilonia: “Te rogamos que este hombre (Irmiahu) sea ejecutado, porque debilita las manos de los hombres de guerra que quedan en la ciudad (…) Agarraron pues a Irmiahu y lo arrojaron en el pozo (…) e Irmiahu se hundía en el barro”.


- Servir de líder para dar fuerza al pueblo en momentos difíciles (Yoel (Joel) 4,9-10)

"קראו זאת בגוים קדשו מלחמה העירו הגבורים יגשו יעלו כל אנשי המלחמה: כתו אתיכם לחרבות ומזמרתיכם לרמחים החלש יאמר גבור אני:"

Proclamen esto entre las naciones. Prepárense para la guerra. Levanten a los valientes. Acérquense todos los hombres de guerra y suban. Forjen vuestras rejas de arado en espadas, y vuestras hoces en lanzas. Diga el débil: “Soy fuerte”.

jueves, 22 de noviembre de 2007

¿Por qué soy judío? - Por Kirk Douglas

Esta es una anécdota de Kirk Douglas contada por él mismo, dando detalles porqué se fue y volvió y, será porque como dice en el párrafo final "nosotros los judíos nos sentimos como integrantes de la conciencia del mundo.... (Texto del discurso de Kirk Douglas en el Centro Simon Wiesenthal el 27 de Septiembre de 1997).

Kirk Douglas, cuyo auténtico nombre es Issur Danielovitz Demsky, hijo de inmigrante judíos de Rusia, ha sido una leyenda en Hollywood por más de 4 décadas. Tiene una carrera de mas de 80 películas y se ha ganado un Oscar y otras tres nominaciones a ese premio. Es autor de siete libros que incluyen su autobiografía "Ragman's Son" y "Climbing The Mountain" sobre su regreso al judaísmo. También ha escrito libros para niños como "Young hereos of the Bible" y The Broken Miror", la historia de un niño que sobrevive al holocausto y decide no ser judío por un tiempo.


Todo comenzó en el año 1991. Estaba en un helicóptero. Apenas había despegado y estábamos a 50 pies del terreno. Al mismo tiempo, un pequeño avión estaba despegando con un maestro y su estudiante y chocamos. Nuestro helicóptero se estrello contra el asfalto, pero el avión exploto y ambos pasajeros murieron. Desperté en el hospital atormentado por una ola de culpa. ¿Porque murieron esas dos personas? ¿Porque yo estaba vivo? Eso me asusto y trate de hallar una respuesta. Pero..... ¿Dónde encuentras la respuesta a una pregunta como esa? ¿Vas a ver a una adivinadora de la suerte a que te lea las cartas? ¿A un astrólogo? ¿O quizás a la India a pedir una audiencia con el dalai Lama? Lo que nunca pensé es hallar la respuesta en el Judaísmo.

Miren, el judaísmo y yo nos separamos hace mucho tiempo cuando yo era un niño pobre creciendo en Ámsterdam Nueva York. En ese entonces yo era muy bueno en el Jeder (escuela para niños) por lo que los judíos de nuestra comunidad pensaron que harían algo maravilloso si recolectaban dinero suficiente para mandarme a una Yeshiva y de esa manera convertirme en Rabino. Y eso me asusto terriblemente, pues yo quería ser actor. Creedme, los miembros de la Comunidad fueron persistentes. Yo tenia pesadillas que tenia los peies (aladares) largos y un sombrero negro y tuve que trabajar mucho para salirme de esto, y me tomo un tiempo largo entender que no tienes que ser rabino para ser judío.

UNA HISTORIA TEMEROSA.


Me asuste del judaísmo a la edad de 14 años, después de leer la historia de Abraham e Itzjak, en la cual Dios le ordena a Abraham que sacrifique a Itzjak. Recuerdo la escena en mi libro escolar. Abraham con una barba larga, tenía en una mano el cuchillo y en la otra al pequeño niño asustado, y ese niño se veía igual que yo. Un ángel estaba intentando evitar la acción de Abraham ¿Cómo podía convencerlo que era solamente una prueba? ¡Vaya prueba! Esa escena se quedo en mi mente por mucho tiempo hasta que fui alejándome del judaísmo. Crecí, fui a la Universidad pero mi judaísmo quedo atorado en el libro de texto de un niño de 14 años. Se me ha dicho que ninguna persona racional tomaría una decisión respecto de su negocio basado en lo que sabía cuando tenía 14 años. No decidirías con quien casarte basado en lo que sabias sobre el amor a los 14 años. Pero muchos de nosotros parecemos satisfechos al eliminar la religión basados en lo que estudiamos a los 14 años, y yo fui uno de esos tontos. Claro que siempre supe que era judío e inclusive hice una audiencia para tratar de incorporarme a un teatro en Idish en Nueva York. Me veían con el pelo rubio y los ojos azules y decían "Si tenemos un papel para un nazi te llamamos". Aunque me sentía atraído al drama y misterio del judaísmo otros aspectos me alejaban. ¿Qué tenia en común con aquellos hombres de barba, sombrero negro y peiot? Pero mientras el tiempo pasaba, empezaba a ver las cosas diferentes. El catalizador fue mi hijo Michael. Un día me pregunto: "Papa ¿de donde vienen tus ancestros? Esto fue lo que me incito. No estaba seguro. Yo sabía que mis padres venían de Rusia de algún lugar llamado Mogilev. De repente me di cuenta de que no sabía nada sobre mis antepasados. Todos estaban muertos, no tenía antepasados... Eso me deprimió. Me asusto. No tenía antepasados. ¿Puede una persona saber quien es si no sabe quienes son sus antepasados? Estaba descansando en mi cuarto meditando por enésima vez, cuando levante la mirada y Vd. en la pared mi colección de litografías de Chagall. Su serie de la Biblia. Y me toco, pues ahí estaban mis antepasados.

ANTEPASADOS FAMOSOS.

¡Eran más famosos que las estrellas de cine! Abraham, Itzjak, Jacob, Salomón, David, Sara, Rivka, Rajel, Lea, Ruth, Esther eran mi familia, los músicos, los guerreros, los poetas, los legisladores, etc. Empecé a leer sobre ellos y cuanto mas leía mas feliz me sentía. ¿Por que? Por que todos venían de familias como la mía. Todos tenían problemas. Caín mata a Hebel. Yaacov le miente a su padre. Iosef es vendido por sus hermanos. Y a pesar de todo se le dio una segunda oportunidad. Todos ellos se sobrepusieron y lograron grandes cosas. ¡Que inspirador para un pecador como yo! Y que carga de culpa para mis hombros... Estaba agradecido a Chagall por recordarme el increíble linaje del cual provenía. Después me entere que Chagall, un judío ruso vino de una ciudad muy cercana a la de mis padres en la Rusia Blanca. De hecho, tanto mi padre como Chagall, dejaron esa región al mismo tiempo. Chagall se convirtió en un famoso pintor y mi padre en un famoso vendedor de trapos en Nueva York. Los judíos tienen diferentes talentos.

LA MARAVILLA DE LA SUPERVIVENCIA JUDIA

¿Como sobrevivimos, perdidos en diferentes partes del mundo dentro de culturas extrañas y constantemente perseguidos? Nuestros enemigos se levantaron y cayeron, y nosotros seguimos aquí. Los Babilonios, Los Persas, Griegos, romanos, todos están fuera de la imagen, pero nosotros permanecemos. Dios nos dio la Torá e hizo que seamos la conciencia del mundo. Las ideas de amor, compasión, amabilidad a los extraños y a los pobres, las ideas de santidad, del propósito humano, la reverencia por la vida y la disciplina personal, todos provienen de la Torá. Inclusive que nosotros, los judíos, nos olvidemos, nuestros perseguidores se acuerdan. Así como dijo Hitler en su momento: "Es verdad que nosotros los alemanes seamos bárbaros, ese es un titulo de honor para nosotros. Yo libero a la humanidad del alma: del sufrimiento degradante causado por una falsa visión llamada conciencia, ética. Los judíos han infligido dos heridas a la humanidad: la circuncisión en sus cuerpos y la conciencia en su alma. Esos son inventos judíos, la guerra por el dominio del mundo esta siendo peleada solamente entre estos dos campos entre los alemanes y los judíos. Todo lo demás es pura decepción". Hitler tenía razón. Todo es la batalla ente el mal y el bien. Solo me estoy dando cuenta de lo que significa para nosotros los judíos, y me da miedo, pues esto nos hace tener una responsabilidad enorme. No hay que sorprenderse del porque muchos judíos han tratado de escapar a la seguridad de la asimilación, pero esa seguridad siempre resulta ser una trampa.

REGRESANDO A CASA.

El choque del helicóptero me trajo a la conciencia lo que había estado merodeando bajo la superficie por todos estos años. Hice una visita a Israel después de una ausencia de 12 años. Había filmado cuatro películas ahí y había estado muchas veces, pero esta vez me quede mucho más tiempo. Estaba emocionado. Nos quedamos en el hotel King David en Jerusalém. Todos parecían muy contentos de verme de nuevo. Nos acompañaron a mi esposa y a mi hasta nuestro cuarto, camine hacia la ventana y me quede viendo la magnifica vista de la Ciudad Vieja. La primera vez que mire por esa ventana hace 40 años ví soldados árabes caminando y bloqueándome la entrada a la Ciudad Vieja asegurándose de que no llegáramos al Muro Occidental, al Kotel. Cómo había cambiado Israel desde entonces ¿Tantas cosas nuevas?, pero lo mas importante tantas cosas viejas. Lo viejo es lo que me trajo de vuelta. No espere a cambiarme de ropa y corrí fuera del hotel cuando el sol se estaba poniendo. El Muro estaba lleno de gente rezando, la energía que emanaba de todos los judíos que rezaban a un paso veloz era abrumadora. Me moví hacia la gente. Era difícil encontrar un lugar para tocar el Muro. Camine tratando de encontrar un lugar donde poner mi pequeño pedazo de papel con mi rezo. Encontré uno. Mientras lo metía toqué otros papelitos ¿Habrán sido contestado esos rezos? me pregunte... Seguro que si pues Dios contesta todos los rezos, pero a veces la respuesta es no.

CONFRONTANDO EL PASADO.

Fui a caminar a través del túnel que va junto a los fundamentos del Templo. Ese túnel te lleva a lo que alguna vez fue el lugar mas sagrado del judaísmo. Mientras caminaba siguiendo a mi guía, deje que mis dedos acariciaran los increíbles bloques de piedra que encierran la montaña donde alguna vez el templo estuvo erigido. Y después nos paramos en un punto donde podíamos ver una piedra especial. Mi guía una jovencita de Pittsburg que se había mudado a Israel, dijo en voz baja " Esta es la piedra del Monte Moria" Miré esa piedra negra y dura y pregunte ¿El Monte Moria? ¿Quieres decir...? Ella acabó la frase por mí: "Si aquí es donde Abraham tomó a su hijo Itzjak para sacrificarlo". La escena de mi libro de texto regreso a mi mente. Pero ya no me asustaba. Ahora sabia que Abraham vivió en un tiempo en donde sacrificar a un hijo era una practica común. La lección en el Monte Moria era precisamente que Dios no quiere el sacrificio humano, que Dios es alguien al que uno no le debe tener miedo. Estaba muy silencioso el túnel poco iluminado y fresco. La voz de mi guía era un poco mas fuerte que un susurro "aquí es donde comenzó todo" No podía hablar. Ella tenía razón. Ese lugar representaba el principio de mis dudas. Y después de todo, el final de las mismas. Aquí en el túnel oscuro, mirando la roca del Monte Moria, crecí. Esa noche pase Shabat en un hogar de la Ciudad Vieja. Cantamos canciones, canciones felices. Me sentí bien. A través de la ventana pude escuchar las mismas canciones y ver las casas alumbradas por las cálidas luces de las velas de Shabat. Cerré los ojos y pude ver a mi madre a través de las velas, diciendo los rezos de shabat. Esa noche sentí que había vuelto a casa.

UN GRAN CAMINO POR RECORRER.

Sé que mi travesía aun no acabo. Tengo un gran camino por recorrer. Cuando apenas regrese a estudiar la Tora, estaba motivado. Solo tenia 350 paginas para estudiar. Pero cuando empecé a estudiarla seriamente, entendí porque dicen que es una vida de estudio, ya que me tomo mas de dos meses salir del relato del jardín Del Edén. Antes que pudiera acabar, mi espalda se lesiono y pase una operación. Dos semanas después tuve un ataque cardiaco y mi vida estaba acabada por tener que aprender a volver a hablar. Ahora ya no soy tan engreído como solía ser. Ahora no tomo el lenguaje por sentado. Como no tenía problemas con el, parecía tan natural. Piensas y lo expresas verbalmente. No te das cuenta que existen miles de terminaciones nerviosas en tu mejilla, tu lengua, tus labios. Nunca piensas en el movimiento de tu lengua contra tus dientes, todas combinadas con tus cuerdas vocales, hablar es un milagro. Y los milagros solo vienen de Dios. Y están a nuestro alrededor. Recuerdo haber sido despertado por un temblor. Por poco fui tirado de la cama. Ese poder ¿de donde vino? ¿Alguna vez has visto un huracán que levanta a los largos árboles como palillos? Es impresionante. ¿Alguna vez has visto el cielo en una noche oscura? existen cientos de billones de estrellas en otras galaxias. A billones de años luz de distancia. Un milagro tan increíble asombra la mente... Pero yo estoy esperando un pequeño milagro. Espero que no sea demasiado tarde para mí. Si Dios es un Dios paciente probablemente me dará el tiempo suficiente para estudiar las cosas que tengo que saber para entender que es lo que nos hace a los judíos ser la conciencia del mundo.

martes, 20 de noviembre de 2007

El Calendario Hebreo

Los días: El día, en el calendario hebreo, comienza con la salida de 3 estrellas, y culmina con la caída del sol. En esto se diferencia del día según el calendario gregoriano, que discurre exactamente de medianoche a medianoche. La costumbre de ver al día comenzar con la caída del crepúsculo es tan antigua como la Biblia misma, y se basa en el texto bíblico del Génesis 1:5, que al cabo de cada día comenta "Y fue la tarde, y fue la mañana ...", de lo que se entiende que cada uno de los días de la creación comenzaba por la tarde. Más explícitamente aun, al prescribir la Biblia el ayuno del Día del Perdón, el Yom Kipur: "El día décimo de este séptimo mes será el día de la Expiación ... Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso" (Levítico 23:27-32). Desde entonces, es práctica corriente y antiquísima, que las festividades judías comiencen al caer el sol. Y no sólo ellas: la consabida costumbre de comenzar la celebración de la Navidad con la cena de Nochebuena, tiene sus raíces en tal milenaria usanza hebrea.
Los Meses: El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo a la Tierra, captando el ojo humano desde nuestro planeta 4 diferentes estadios principales de la Luna, a saber: Luna nueva, Cuarto creciente, Luna llena o plenilunio, y Cuarto menguante. Tal ciclo dura aproximadamente 29 días y medio. Resulta asombroso comprobar que ya los antiguos sabios hebreos supieron calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta Tierra tenía una duración de "29 días, 12 horas, y otras 793/1080 de hora" (o sea, otros 44 minutos y 3.33 segundos), siendo su error de cálculo de... ¡medio segundo! Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo estipuló meses de 29 y de 30 días, intercaladamente.
Al final de un mes hebreo, la Luna está completamente a oscuras, y nos es invisible. Al despuntar el Cuarto creciente, se alcanza a ver apenas a la Luna como una finísima guadaña, que desaparece en el horizonte minutos después del ocaso: es el comienzo del mes hebreo. Con el correr de los días, crece paulatinamente la parte iluminada de la Luna que se aprecia desde la Tierra, hasta llegar al plenilunio que marca exactamente la mitad de mes. A partir de ahí, vuelve la Luna a menguar con el discurrir de los días, hasta desaparecer por completo, culminando también del mismo modo el mes del calendario hebreo.
Los nombres de los meses hebreos, tal como los conocemos en nuestros días, tienen sus orígenes en la antigua Babilonia, de donde fueron adoptados por los judíos allí desterrados por el rey Nabucodonosor II, exilio que duró 70 años (586 aec - 516 aec). Más antiguamente, los meses eran denominados tan sólo por su orden numérico, comenzando en la primavera (boreal) por el mes primero, Nisán, y culminando con el duodécimo, Adar. En la Torá se menciona a Nisán como el primer mes del año, al haber sido aquel en que el pueblo de Israel se liberó de la esclavitud de los faraones de Egipto: "Éste mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año" (Éxodo 12:2). Otros nombres de meses mencionados en ciertos libros de la Biblia, especialmente en el Libro de los Reyes, como el "mes de Ziv" (1Reyes 6:37), o "el mes de Bul, que es el mes octavo" (1Reyes 6:38), y también "el mes de Eitanim, que es el mes séptimo" (1Reyes 8:2), fueron seguramente tomados de nombres de meses fenicios, ya que son mencionados en el contexto de las relaciones comerciales entre el Rey Salomón y el Rey Hiram de Fenicia. Los nombres babilónicos, que han llegado hasta nuestros días, aparecen por primera vez en el Libro de Ester y en los de Esdras y Nehemías, y fueron adoptados asimismo por otros idiomas, como el turco moderno (Nisan = abril; Temmuz = julio; Eylül = septiembre).
La duración de los meses hebreos oscila entre los 29 y los 30 días, de la siguiente forma:
Tishrei (30 días) (תשרי) - cae aproximadamente en septiembre u octubre
Jeshván (29 ó 30 días) (חשוון, llamado Marjeshván - מרחשוון) - octubre o noviembre
Kislev (30 ó 29 días) (כסלו) - noviembre o diciembre
Tevet (29 días) (טבת) - diciembre o enero
Shevat (30 días) (שבט) - enero o febrero
Adar (29 días) (אדר) - febrero o marzo
Nisán (30 días) (ניסן) - marzo o abril
Iyar (29 días) (אייר) - abril o mayo
Siván (30 días) (סיוון) - mayo o junio
Tamuz (29 días) (תמוז) - junio o julio
Av (30 días) (אב, llamado también Menajém Av - מנחם אב) - julio o agosto
Elul (29 días) (אלול) - agosto o septiembre
El año hebreo, según la cuenta bíblica, comenzaba con el mes de Nisán, llamado en la Biblia "el mes primero" (Éxodo 12:2), y concluía en el mes de Adar; mientras que más adelante primó la concepción del comienzo del año en el mes de Tishrei, con la festividad de Rosh Hashaná (ראש השנה, literalmente "cabeza de año"), culminando el año en el mes de Elul, tal como rige el calendario hebreo hasta nuestros días.
Desde el punto de vista religioso, el calendario hebreo cuenta con 4 diferentes "cabezas de año", siendo cada una de ellas el comienzo de la cuenta anual para diferentes finalidades:
1 de Nisán, es el principio de año de acuerdo a la cuenta bíblica, al conmemorar la salida de Egipto; y era el principio del año para los reyes: de tal modo, aun si un rey de Israel asumiera el trono el 29 del mes de Adar, ya al ser el día siguiente el primero de Nisán, se consideraba su segundo año de reinado.
1 de Elul, el principio del año para realizar la cuenta del diezmo de ganado a apartar según las prescripciones religiosas.
1 de Tishrei, el principio del año según el calendario hebreo moderno, conmemorando el aniversario de la Creación del mundo, y era la fecha en que comenzaba la cuenta de los años, los años sabáticos (cada séptimo año, en que las tierras quedaban liberadas), y los jubileos (cada 50 años, en que prescribían las deudas y los esclavos quedaban libres).
15 de Shevat, el año nuevo de los árboles, siendo ésta la fecha de su despertar luego del letargo invernal.
El año bisiesto, embolismal o "preñado"
El año hebreo bisiesto es un año de 13 meses, denominado en hebreo "shaná me'ubéret" (שנה מעוברת, "año preñado" o embolismal), metaforizando al mes agregado cual si fuera el feto de una mujer embarazada; y de aquí que los métodos de institución de tal año, se llamen "ibur" (del hebreo עיבור, "preñamiento"); y en castellano, embolismo. El embolismo del calendario hebreo, consiste en la duplicación del mes de Adar, de manera que se intercala un nuevo mes de 30 días, llamado Adar "A" (אדר א, "Adar álef"), antes del mes de Adar original, que pasa a ser Adar "B" (אדר ב, "Adar bet"). La principal razón por la que fue elegido justamente el mes de Adar para su duplicación es por ser el mes inmediato anterior a Nisán, el mes de la primavera, el de la salida de Egipto y en el que cae la Pascua judía, "Pésaj" (פסח), según indica la Biblia: "Guardarás el mes de Aviv (= primavera), y harás pascua a Yahveh tu Dios; porque en el mes de Aviv te sacó Yahveh tu Dios de Egipto" (Deuteronomio 16:1). Otro motivo radica en que Adar era antiguamente el último mes del año, e históricamente se prefería hacer el agregado a fin de año. Ello se asemeja a lo ocurrido con el 29 de febrero, agregado justamente allí porque antiguamente era febrero el último mes del año romano.
El método original de embolismo, desarrollado alrededor del siglo VI aec, establecía que habría de agregarse un mes más, en tres años de cada ciclo de ocho. Ya en el siglo V aec, se perfeccionó el sistema, estipulándose de ahí en adelante que el agregado habría de hacerse en siete años por cada ciclo de diecinueve. Se estima que dichas técnicas tienen sus raíces en los conocimientos de astronomía de los babilonios, muy adelantados para su época, y del astrónomo griego Metón (siglo V adC), y son aceptadas hasta el día de hoy. El Diccionario de la Real Academia Española define ciclo lunar, llamado también ciclo decemnovenal o decemnovenario, como el "período de 19 años, en que los novilunios y demás fases de la Luna vuelven a suceder en los mismos días del año, con diferencia de hora y media aproximadamente"; en tanto el ciclo cuádruple de 76 años, es llamado calípico. De esto se deduce que cada 19 años coincidirán entre sí las fechas del calendario hebreo y el gregoriano; aunque puede existir un desfase de uno o dos días, debido a movimientos efectuados en el calendario hebreo por motivos religiosos (ver más adelante, "la semana en el calendario hebreo").
En el año 359, perfeccionó el sabio Hilel II los cálculos y métodos conocidos, y estableció los mecanismos de embolismo del año utilizados hasta el día de hoy, que han sido corroborados por las últimas y más modernas observaciones astronómicas. Dichos cálculos ya eran conocidos desde cientos de años atrás, pero hasta aquellos tiempos se preferían los métodos empíricos para establecer el comienzo del mes —dos testigos que habían de atestiguar ante el gran Sanedrín que habían visto el naciente de la Luna— y el comienzo de la primavera, en base a la maduración de las mieses y a la llegada del equinoccio de primavera (el 20 de marzo en el hemisferio norte), que es la fecha en que el día y la noche tienen la misma duración; mientras que el almanaque era utilizado en caso de impedimentos, como días nublados.
Se cree que la razón por la cual publicó Hilel II el calendario hebreo tal como se utiliza desde sus tiempos hasta nuestros días, proviene de una de las decisiones tomadas por el Cristianismo en el primer Concilio de Nicea, celebrado el año 325, a instancias del emperador Constantino I el Grande. Según la tradición cristiana, Jesús de Nazaret fue crucificado el Viernes Santo, coincidente con el viernes de la Pascua judía. El Concilio decidió desvincularse del judaísmo también en este aspecto, y prescindir de la necesidad de averiguar año tras año, la fecha exacta de la Pascua judía. A tal efecto, se estipuló que el primer día de la Pascua cristiana, el Domingo de Ramos, se celebre el primer domingo después de la luna llena, inmediatamente luego del equinoccio de primavera. Cabe destacar que al independizar al calendario litúrgico cristiano del hebreo, perdió el primero la flexibilidad y el equilibrio que caracterizan a este último, lo que terminó causando, con el correr de los siglos, el corrimiento de la Pascua cristiana hacia el invierno, desfase que hubo de ser corregido al cabo de un milenio por el papa Gregorio XIII, por medio de su calendario gregoriano. De todos modos, la decisión de Nicea despertó el temor entre los judíos de la época, que los cristianos les prohibiesen anunciar los comienzos de mes y los embolismos de cada año, indispensables para el normal discurrimiento de la vida judía; y de ahí la necesidad de un calendario preestablecido de antemano y aceptado por todas las diásporas del pueblo judío.
Un año trópico, o circunvolución de la Tierra en torno al Sol, conlleva en sí 12,368 ciclos lunares, o vueltas que efectúa Selene alrededor de nuestro planeta. Esto implica que 19 años trópicos, equivalen a 234,992 ciclos de la Luna, un número prácticamente entero. Desde esta base se establece que cada 19 años, habrá de haber 235 meses, o 12 años comunes (de doce meses), y 7 años embolismales o "preñados", con trece meses cada uno: los años número 3, 6, 8, 11, 14, 17 y 19 de cada ciclo decemnovenario. Para saber si determinado año hebreo es o no bisiesto, hay que dividirlo por el número 19: si el cociente obtenido luego de la división, nos deja un resto luego del entero con uno de los siguientes guarismos: 0, 3, 6, 8, 11, 14 ó 17, estamos ante un año de 13 meses. Así, el año hebreo de 5765, equivalente al gregoriano de 2005, al dividirlo por 19 nos da 303 enteros, y un resto de 8 (5765/19 = 303 8/19). Por ende, el año de 5765 fue bisiesto, y se le agregó como tal el mes de Adar "A" antes del último mes del año, el mes de Adar "Bis".
La semana en el calendario hebraico
El calendario hebreo no solamente combina entre el año solar y el mes lunar; sino que ambos ciclos complementados, han de convivir exitosamente también con otro de los legados del calendario de los judíos al resto del mundo: el ciclo semanal de siete días.
Los días de la semana hebrea se basan en los seis días de la Creación, según relata el primer capítulo del libro del Génesis, siendo su nombre el mismo que les adjudica la Biblia, que son simplemente los nombres de los números ordinales en hebreo, del primero al sexto —denominación que se conserva en el idioma portugués, salvo el domingo; pero que se ha perdido en la mayoría de las lenguas occidentales, que adoptaron nombres de deidades paganas para los días de la semana— y en el séptimo día, en el que Dios descansó de su labor (Génesis 2:1-3): el Shabat, del hebreo שבת, shabbat, descanso; nombre que fue adoptado por una buena parte de las lenguas (castellano sábado, francés samedi, italiano sábato, portugués sábado, catalán dissabte, alemán Samstag, polaco sobota, griego sávvato, árabe asSabt, indonesio sabtu, rumano sâmbătă). Así pues, y basándose en el relato bíblico, comienza la semana hebrea el día domingo (יום ראשון, "yom rishón", "el día primero"), y no el lunes como en el mundo cristiano, y culmina el sábado, el día consagrado al descanso.
De esta manera, se propone el calendario hebreo impedir que ciertas celebraciones, se superpongan o hasta se contradigan entre sí. El primer caso sería la gran inconveniencia que acarrearía el coincidir el Sábado, en el que se prohíbe cocinar, e inmediatamente luego o antes de él, el Yom Kipur, en el que los feligreses observan un rígido ayuno. Ya en el terreno de las contradicciones, no sería de recibo que el último día de la Fiesta de las Cabañas (סוכות, Sucot), uno de cuyos preceptos es agitar vigorosamente las ramas de aravá o sauce, cayese en Sábado, en que esta actividad está expresamente prohibida, por ser una de las 39 actividades prohibidas el séptimo y último día de cada semana (Mishná, Tratado del Shabat, 7:2).
Este difícil pero fundamental equilibrio, se obtiene mediante cálculos que prescriben en cuál de los días de la semana podrá caer el primer día del año judío (según la usanza de nuestros días), que es también el primer día de la festividad de Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío. Así, las reglas del calendario hebreo estipulan que en ningún caso, podrá el primer día de Rosh Hashaná y del año —el primer día del mes de Tishrei— caer un domingo, o un miércoles, o un viernes.
Para compensar el desfase que la imposición de esta regla puede conllevar en el delicado equilibrio del calendario; y una vez culminado el mes de Tishrei, durante el cual se suceden las principales fiestas judías, y especialmente aquellas que acarrean los problemas que el almanaque debe resolver (Rosh Hashaná, Yom Kipur, Sucot), se vuelve a balancear el calendario, agregando uno, dos o tres días en los dos meses subsiguientes a Tishrei: los meses de Jeshván y Kislev.
De esta regla surge, que existen tres tipos de año en el calendario hebreo:
"Año faltante" (שנה חסרה, "shaná jaserá"), en cuyo caso tanto el mes de Jeshván como el de Kislev tienen 29 días cada uno, de lo cual resulta que dicho año contará con 353 días.
"Año normal" (שנה כסדרה, "shaná kesidrá"), en cuyo caso Jeshván traerá 29 días en tanto Kislev vendrá con 30, de lo cual resulta un total anual de 354 días.
"Año completo" (שנה שלמה, "shaná shelemá"), en cuyo caso tanto Jeshván como Kislev cuentan cada uno con 30 días, y por lo tanto se trata de un año con 355 días en su total.
Los años bisiestos respectivos a cada uno de los tipos de años detallados, tendrán a su vez, sumado el mes agregado de Adar "A" que siempre cuenta con 30 días, 383, 384 ó 385 días.El calendario hebreo vuelve a repetir su ciclo, tomando en cuenta las variaciones en días, meses y años, una vez cada 247 años, con una pequeña diferencia de 50 minutos entre ambos. Para que la repetición entre dos años hebreos sea perfecta, tienen que transcurrir entre uno y otro nada menos que... ¡689.472 años!

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Origen y evolución del Calendario

Los primeros tiempos
Tan difícil como llevar al hombre a la luna o levantar las pirámides es conseguir un calendario preciso. El hecho de que un año solar no sea múltiplo exacto de días (su duración es 365.242199), ni tampoco de meses lunares, y ni siquiera éstos sean tampoco un múltiplo exacto de días, y que todos los años duren lo mismo, hace difícil la construcción de calendarios incluso hoy, con métodos modernos. Para complicar más las cosas, nuestro pequeño y asimétrico planeta se contonea y tambalea ligeramente, separándose de este camino marcado por la órbita elíptica de la luna y la atracción gravitatoria del sol. El resultado es que cada año varía en unos pocos segundos, haciendo que la duración exacta sea tan impredecible como saber dónde caerá un rayo. Así, no nos extrañan los problemas que han tenido todos los que a lo largo de la Historia han intentado establecer un calendario para saber cuándo recoger la siembra, recaudar los impuestos o hacer sacrificios a los Dioses.
Los primeros intentos para establecer un registro del tiempo seguramente se remontan a hace unos 30.000 años, cuando los Cro-Magnon se dieron cuenta de que las cambiantes fases de la luna eran fijas y predecibles. Entonces trazaron estos cambios con piedras y huesos. Un artesano del Paleolítico en Le Placard (junto al río Dordogue, en Francia) talló una serie de marcas en hueso que muestran el transcurso de los días durante las fases lunares. Esto les permitió predecir cada cuántas rayas vendría una luna llena, para poder cazar o atacar quizás a un clan rival, o contar cuántas lunas pasarían hasta el final del invierno y el regreso de la primavera
La duración de los días y las semanas
Un día es simplemente el tiempo que tarda nuestro planeta en girar sobre su eje con respecto al sol. Sin embargo, determinar cuándo empieza el día es algo arbitrario. En el siglo VIII aec, los astrónomos babilonios (conocidos como caldeos) consideraban que el día comienza cuando el sol llegaba a su punto más alto en el cielo, es decir, al mediodía. Para otros pueblos el día comienza cuando el sol sale o cuando se pone. Pero este método tiene un inconveniente: la duración de los días y noches varía a lo largo del año, como se dieron cuenta los que comenzaron a dividir el día en un número fijo de segmentos, llamados horas, quizá por influencia egipcia, en honor del Dios Horus.
La costumbre que finalmente prevaleció en el calendario que utilizamos en casi todo el mundo fue la de comenzar el día a medianoche y utilizar una unidad constante de tiempo, el segundo, que ahora no tiene una correlación astronómica sino atómica. Pronto los pueblos se dieron cuenta de que era necesario un período algo mayor que los días pero inferior a los meses, para establecer los días de mercado o los de culto. En muchas culturas primitivas se utilizaron semanas de cuatro días, quizá en honor de las cuatro direcciones. En Centroamérica se utilizó un intervalo de cinco días, los asirios emplearon el de seis días, los romanos un período de ocho días llamado nundinae y los griegos, babilonios y egipcios dividieron los meses en tres dé-cadas de 10 días cada uno.
Al final lo que prevaleció fue la semana de siete días, para la que se han ofrecido varias explicaciones: pudiera ser el número de días en que Dios creó el mundo, según la tradición hebrea, o la duración (aproximada) de las cuatro fases lunares, o el número de planetas conocidos en la antigüedad, pues de hecho cada día estaba dedicado a un astro distinto.
Calendarios lunares y solares
Posteriormente, en algún punto de la historia los antiguos astrónomos se dieron cuenta de que aproximadamente doce ciclos lunares representaban un año de estaciones. Doce meses lunares (de 29.5 días cada uno) equivalen a 354 días, es decir, 11 días y unas horas menos que un año solar. Tal discrepancia desalineaba los calendarios lunares del año solar con sus estaciones, cambiando los inviernos en veranos en poco más de 16 años. Para contrarrestar esto se intentaron diversos métodos.
En el siglo XXI aec. los sumerios tenían calendarios lunares, incluyendo uno de 12 meses de 30 días, con un año de 360 días, lo cual requería la adición de un mes cada seis años. En el año 2357 aec el emperador chino Yao estableció la sincronía con un calendario que intercalaba dos meses extras cada cinco años. Más tarde se revisó el cálculo, añadiendo siete meses cada diecinueve años, lo cual más o menos totalizaba más de 365. Hacia el fin del siglo V aec otros pueblos, como los babilonios y griegos, llegaron a idéntico sistema, llamado metónico, en honor del astrónomo griego Metón.
Aunque complicado, el sistema de añadir siete meses lunares cada diecinueve años (con otros pequeños ajustes) duró mucho tiempo. El calendario judío, que adoptó este cálculo de los babilonios, está todavía vigente. Pero por su complicación, la gente olvidaba añadir días o meses, y los años menguaban o crecían más a capricho de los sacerdotes y reyes que de la Ciencia. No todas las civilizaciones fueron seducidas por la luna. En América, tanto mayas como aztecas crearon años de 365 días, muy aproximados a la duración real del año solar. Y hace 4.000 años los constructores de Stonehenge levantaron enormes bloques de piedra para determinar el momento del solsticio. Esto les permitió establecer un calendario de 365 días y varias horas.
El calendario egipcio
Los egipcios primero tuvieron un año de 12 meses con 30 días, al que posteriormente tuvieron que añadir 5 días complementarios cuando se celebraban los nacimientos de Osiris, Isis, Horus, Neftis y Set. Esto se justificaba con el mito de Nut, la Diosa del cielo que había sido infiel a su esposo Ra, el dios del sol. Ra decretó que ella no tendría hijos en ningún mes de ningún año. Pero el amante de Nut, Toth, jugó a los dados con la luna ganando cinco días al año. Como estos días estaban fuera del calendario, el decreto de Ra no se pudo aplicar, y el hijo de Nut pudo nacer uno de esos días. El año se distribuía en 36 decenas, y en 12 meses de 30 días. Éste era el año sótico, que comenzaba con la salida helíaca de la estrella Sirio, Sothis para los egipcios. Este acontecimiento coincidía con el solsticio de verano y además indicaba la crecida del Nilo. Con la observación de Sirio descubrieron que el calendario se desfasaba casi un cuarto de día cada año, lo cual hacía que los egipcios consideraran el período sotíaco, de 1.461 años, tras los cuales coincidían de nuevo la salida heliaca de Sirio con las estaciones.
En el año 238 aec los sacerdotes intentaron añadir un día suplementario cada cuatro años, pero la norma no se observó hasta que la impuso el Senado romano.
El calendario romano
Según Plutarco, antes de los romanos, el calendario tenía meses de 20 y otros de hasta 35 días, que hacían un total de 360 días. Según la leyenda, fue Rómulo quien estableció el año de diez meses, tantos como los dedos de una mano, de 29 y 31 días. El primer mes era Martius, tomando el nombre del dios Marte. El segundo era Aprilis, en honor de la diosa Venus, viniendo su nombre quizá de aphrilis, una corrupción de Aphrodita, la diosa griega antecesora de Venus. El tercero era Maius, que tomaba el nombre de la diosa Maia, madre de Mercurio. El cuarto, Junius, tomando el nombre de la diosa Juno, la esposa de Zeus. Los siguientes meses, del quinto al décimo, eran simple-mente ordinales romanos (Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris y De-cembris). Alrededor del año 700 a.C. Numa Pompilio añadió al principio del año el mes Januarius, en honor del dios de los comienzos, Jano, y al final el mes Februarius, que tomó el nombre de «februare», que significa purificar, y es que el día 15 de este mes se celebraban las Lupercalia. Al principio febrero tenía 23 días, pero luego, al igual que otros calendarios, se le añadió cinco días, hasta convertirlo en 28. Según otros, sin embargo, febrero tenía siempre 23 días y cada dos años se añadía un mes «Intercalaris» que duraba 22 ó 23 días para ajustar el desfase de 11.25 días anual. Cuando enero se puso al principio del año febrero dejó de ser el último mes.
En el año 45 aec el calendario romano pasó a ser completamente solar con 365 días. Pero todo esto cambió en el año 48 aec, cuando Julio César llegó a Alejandría, donde aprendió de los astrónomos de allí, especialmente de Sosígenes, la exactitud del calendario egipcio, adaptando al año siguiente el calendario romano, que pasó a tener 365 días, más un día bisiesto cada cuatro años, a sólo 11 minutos y 14 segundos de diferencia del año real. Los meses eran alternativamente de 30 y 31 días, excepto febrero que era de 29 ó 30 en los años bisiestos. Por entonces el calendario romano llevaba un retraso de 90 días, por la inexactitud arrastrada durante siete siglos. Esta situación se solucionó el año 46 aec, que duró 445 días y fue llamado por César «el último año de la confusión». Aunque la confusión no acabó aquí. A la muerte de Julio César, los sacerdotes romanos empezaron a contar, por la superstición de los números pares, años bisiestos cada tres años.
Esta situación fue corregida por Octavio Augusto, que suprimió durante doce años los bisiestos. Aunque no hay un acuerdo acerca de esto, se dice que gracias a la reforma de Augusto el Senado le ofreció poner su nombre a uno de los meses. Si Quintilis fue renombrado Julius en honor de Julio César, para Augusto se destinó Sextilius. Pero como el mes de Julius tenía 31 días, y Augusto no podía ser menos, se quitó un día a Februarius (dejándolo de nuevo en 28) para añadírselo a Augustus. Y, además, para evitar que Julius, Augustus y Septembris tuvieran todos 31 días, se varió la duración de este último y la de los siguientes (Octobris, Novembris y Decembris).
El calendario en la era cristiana
Cuatro siglos más tarde, con la llegada del Cristianismo, la Iglesia decidió celebrar la Pascua no siempre en la misma fecha, sino con un sistema acorde al calendario judío. Así, el día de la resurrección se «fijó» en el primer domingo después de la primera luna después del equinoccio de primavera. Durante muchos siglos esta regla condenó a los monjes a complicados cálculos para determinar la fecha de las futuras Pascuas. Y esto fue lo que motivó a Dionisio el Exiguo, monje matemático y astrónomo de Escitia (actual Ucrania) a la creación del calendario que hoy tenemos. No vamos a desarrollar esta polémica, tratada exhaustivamente en otros artículos. Baste comentar que, dentro del caos intelectual de la época, Dionisio erró al calcular el año en que nació Cristo, que según las investigaciones actuales ocurrió varios años antes de lo establecido. Tras el primer renacimiento cultural de los siglos XI y XII, debido al redescubrimiento de los textos clásicos y romanos, y las investigaciones árabes, se detectó esta imprecisión en el calendario, pero entonces nadie osaba oponerse a la autoridad de la Iglesia. En 1267 Roger Bacon escribió que el calendario actual era «intolerable a todo conocimiento, el horror de toda la astronomía y un hazmerreír para el punto de vista de los matemáticos», pero sus críticas no surtieron efecto.
Pasaron 300 años hasta que la Iglesia admitió el error del calendario. Por entonces los 11 minutos anuales de diferencia de César se habían convertido en casi 10 días. El cambio no se produjo hasta el 24 de febrero de 1582, cuando el Papa Gregorio XIII firmó un edicto restaurando el calendario a un alineamiento correcto con el Sol, pues ya por entonces el equinoccio de primavera ocurría el 11 de marzo. Lo que se implementó fue la eliminación de los años bisiestos de cada tres siglos, de forma que, por ejemplo, el año 2000 será bisiesto, pero 1700, 1800 y 1900 no. Además, el año 1582 quedó reducido en diez días, y al jueves 4 de octubre le sucedió el viernes 15 de octubre. Esto provocó disturbios en Alemania, pues la gente pensaba que el Papa les había robado diez días, y los protestantes, llevados de cierta histeria anticatólica, rechazaron el cambio del calendario, que sólo se aceptó en Italia, España, Portugal y Polonia. Poco a poco el resto de los países católicos lo adoptaron: Alemania en 1700 e Inglaterra en 1752, donde de nuevo hubo disturbios pidiendo los once días desaparecidos. En los países orientales el cambio fue aún posterior: Japón en 1873, Rusia en 1918 y China en 1949. En la actualidad se ha determinado que el calendario Gregoriano se retrasa 25.96768 segundos por año, lo que hace que ahora estemos retrasados tres horas y un minuto que se convertirán en un día entero en el año 4909. Esta precisión se ha conseguido gracias a los relojes atómicos actuales, que miden el tiempo con una precisión de la milmillonésima de segundo. Irónicamente, dados los movimientos impredecibles de la Tierra, los relojes atómicos han de ajustarse uno o dos segundos cada año para no perder la sincronía con la traslación de la Tierra. Con los relojes atómicos se han descubierto fluctuaciones de 10/3 segundos en el período de rotación de la Tierra debidas a las mareas, las corrientes marinas y atmosféricas, las erupciones volcánicas y los terremotos.

martes, 13 de noviembre de 2007

La orquesta filarmónica de Israel

La Orquesta Filarmónica de Israel es la orquesta sinfónica más importante de Israel. Es considerada como una de las mejores orquestas de Asia y asimismo del mundo. Originalmente llamada Orquesta de Palestina, fue fundada por el violinista Bronisław Huberman en 1936, en un periodo en el cual muchos músicos judíos eran despedidos de las orquestas europeas. Su concierto inaugural tuvo lugar en Tel Aviv el 26 de diciembre de 1936, y fue dirigida por Arturo Toscanini.La IPO realiza frecuentes giras internacionales, y ha invitado a varios de los más grandes directores de orquesta del mundo. Particularmente asociados con la orquesta son los directores Leonard Bernstein y Zubin Mehta. El mayor mantuvo lazos estrechos con la orquesta desde 1947, mientras que el último sirvió como su Consejero Musical desde 1968. En 1977, Mehta fue nombrado Director Musical y en 1981, Director Musical Vitalicio.Hasta 1992, los compositores más frecuentemente interpretados por la IPO fueron Beethoven, Mozart, Brahms, Chaikovski y Mendelssohn. La orquesta mantiene una prohibición de facto sobre las obras de Wagner, debido a su antisemitismo y la asociación de su música con la Alemania nazi.Consejeros y Directores Musicales Hasta 1977 la orquesta no tuvo Directores Musicales. Los directores más estrechamente asociados con la orquesta fueron llamados consejeros musicales.
Zubin Mehta (1968–) (Consejero Musical 1968–1977; Director Musical después)
Jean Martinon (1957–1959)
Bernardino Molinari
Paul Paray (1949–1950)
Leonard Bernstein (1947–1949; Conductor Laureado desde 1988)
William Steinberg (1936–1938)



ZUBIN MEHTA - LA PARTITURA DE MI VIDA. MEMORIAS
Zubin Mehta, director
Las trayectorias del indio Zubin Mehta y de la Filarmónica de Israel están profundamente unidas; por lo pronto, orquesta y director nacieron el mismo año, 1936. Fue hacia fines de 1936 que la orquesta israelí, entonces llamada Orquesta Palestina, dio su concierto inaugural en Tel Aviv dirigida por Arturo Toscanini. Su fundador fue el violinista polaco Bronislaw Huberman, quien tres años antes comenzó a reclutar músicos judíos alemanes y europeos que habían perdido su puestos a causa del nazismo.Mehta y la Filarmónica se conocieron en 1961, cuando el director llegó a Israel para reemplazar a Eugene Ormandy. Mehta no es judío; nació en Bombay, en el seno de una familia parsi, secta que llegó a la India desde Persia VIII y que formó una pequeña élite intelectual dentro de una colonia mayormente analfabeta. Su padre, violinista, fundó el Cuarteto de cuerdas y la Orquesta Sinfónica de Bombay. Zubin se educó en Viena, y antes de llegar a la orquesta de Israel ya había dirigido las filarmónicas de Viena, Berlín y los Angeles, entre otras. En 1969 la Filarmónica de Israel lo nombró director titular y consejero musical. Fue con Mehta que durante los años 70 la orquesta israelí consolidó su destacada posición en la escena internacional. En 1981 lo declaró director vitalicio. En Zubin Mehta hay una combinación de comprometido hombre político y figura top del marketing más convencional, especialmente después del concierto de 1990 con Domingo, Pavarotti y Carreras en las Termas de Caracalla, que fue el origen de la virtual empresa "Tres Tenores". La de Mehta fue una de las voces que más enérgicamente se alzaron cuando el neonazi Haider asumió el poder en Austria. Aseguró que si una sola familia judía era obligada a dejar Austría no volvería a pisar ese país, y ese mismo verano abrió el Festival de Viena con un concierto al aire libre con la Filarmónica (de Viena), frente a la municipalidad, cambiando la selección programada de valses por música prohibida en la Viena del III Reich: Mahler, Schoenberg y otros.En agosto de 1999 Mehta dirigió la sinfonía Resurrección de Mahler conjuntamente con las orquestas de Israel y del Estado de Bavaria en Weimar, en las cercanías del campo de exterminio de Buchenwald. "Barenboim y yo —dice el director— ayudamos a que personas que en otros contextos pueden haber sido enemigos, se sienten juntos para hacer música. Simbólicamente es importante".

La mujer en la Ventana - por Amos Oz

Si ustedes compran un pasaje y viajan a otro país, probablemente verán los monumentos, palacios y plazas, los museos, paisajes y sitios históricos. Si tienen suerte, quizá puedan entablar algunas conversaciones con la gente del lugar. Después regresarán a su casa con manojos de fotografías o postales.
En cambio, si leen una novela, de hecho conseguirán un pasaje a los recovecos más íntimos de otro país y otro pueblo. La lectura de una novela extranjera es una invitación a visitar los hogares de otro pueblo y los barrios privados de otro país. Si son simples turistas, tal vez se paren en una calle del casco antiguo de una ciudad, frente a una vieja casa, alcen los ojos y vean una mujer mirando con fijeza desde su ventana. Entonces, seguirán su camino. En cambio, si son lectores, podrán ver a esa mujer en su ventana, pero estarán allí, con ella, dentro de su habitación, dentro de su cabeza. Cuando leen una novela extranjera, otras personas los hacen pasar de veras a sus salas, estudios, dormitorios y al cuarto de sus niños. Los invitan a compartir sus penas secretas, las alegrías de su familia, sus sueños. Por eso creo que la literatura es un puente entre los pueblos. Creo que la curiosidad puede ser una cualidad moral. Creo que imaginar al otro puede ser un antídoto contra el fanatismo. Imaginar al otro hará de ustedes no sólo mejores empresarios o mejores amantes, sino incluso mejores personas. La tragedia entre los judíos y los árabes radica, en parte, en que muchos, muchísimos de nosotros -judíos y árabes- somos incapaces de imaginarnos los unos a los otros. De imaginar de veras los amores, los miedos terribles, la ira y la pasión del otro. Entre nosotros hay demasiada hostilidad y muy poca curiosidad. Los judíos y los árabes comparten algo esencial: en el pasado, unos y otros fueron tratados de manera grosera y brutal por una Europa violenta. Los árabes, por medio del imperialismo, el colonialismo, la explotación y las humillaciones. Los judíos, con la discriminación, la persecución, la expulsión y, finalmente, la masacre en una escala sin precedentes. Cabría presumir que dos víctimas y, en especial, dos víctimas de un mismo opresor, adquieren cierto sentido de solidaridad mutua. Lamentablemente, no sucede así en las novelas ni en la vida. Por cierto, algunos de los peores conflictos se dan entre dos víctimas del mismo opresor. Dos hijos de un padre o madre violentos no se aman necesariamente. A menudo, cada uno ve en el otro la imagen del progenitor abusivo. Y ése es precisamente el caso entre los judíos y los árabes de Medio Oriente. Para los árabes, los judíos son los cruzados de hoy, una prolongación de la Europa blanca y colonizadora. Para muchos israelíes, los árabes son la reencarnación de sus antiguos opresores, los instigadores de pogromos y los nazis. Esta situación hace a Europa particularmente responsable de resolver el conflicto árabe-israelí. En vez de amonestar a unos y otros, los europeos deberían ofrecer empatía, comprensión y ayuda a ambos bandos. Ustedes ya no tienen que optar entre ser partidarios de Israel o de Palestina. Tienen que ser partidarios de la paz. La mujer en la ventana podría ser una palestina en Nablus o una israelí judía en Tel Aviv. Si quieren ayudar a que estas dos mujeres, en sendas ventanas, hagan las paces, les convendría leer más acerca de ellas. Queridos amigos: lean novelas. Ellas les revelarán muchas cosas. Más aún: ya es hora de que cada una de estas mujeres lea acerca de la otra. Para aprender, por fin, por qué esa otra mujer, desde su ventana, siente miedo, ira o esperanza. Esta noche, mi intención no ha sido proponerles que la lectura de novelas puede cambiar el mundo. Sí he querido decirles, porque así lo creo, que leer novelas es una de las mejores formas posibles de comprender que todas las mujeres, en todas las ventanas, experimentan al final del día una urgente necesidad de paz. Amos Oz Discurso de aceptación del premio Príncipe Asturias de las Letras 2007, pronunciado el 26 de octubre. (Traducción de Zoraida J. Valcárcel)

El regreso del Sefer Torah

Por Vicente Poveda

El 9 de noviembre de 1938, en la Noche del Pogrom, una multitud miraba cruzada de brazos cómo ardía la sinagoga de la Glockengasse en la ciudad alemana de Colonia. Pero un sacerdote católico de 65 años arriesgó su vida y se adentró entre las llamas para salvar el rollo de la Torá, el elemento más sagrado del templo.
"Aquí no sólo se destruye la Biblia de los judíos, sino también la Biblia de los cristianos", dijo por aquel entonces monseñor Gustav Meinertz, quien, como secretario general de la Asociación Alemana de Tierra Santa, había desarrollado una sensibilidad y respeto especial en el trato con los judíos.
Después de la guerra, el prelado devolvió el pergamino sagrado y se convirtió hasta su muerte en 1959 en frecuente invitado de honor de la comunidad judía.
La Torá está formada por los cinco primeros libros de la Biblia y constituye para los judíos el núcleo más sagrado de la revelación divina. Cada sinagoga dispone de un pergamino con la Sagrada Escritura, que se emplea en numerosas ceremonias.
Pero el rollo que estuvo a punto de arder en Colonia quedó tan dañado por el humo y el fuego que no pudo ser utilizado más. Por ello, durante décadas, la comunidad judía se limitó a mostrarlo en un expositor como recuerdo de su trágica historia.
"Por aquel entonces, la técnica no estaba lo suficientemente avanzada como para restaurarlo", afirmó Abraham Lehrer, miembro del consejo de la sinagoga.
Hace tres años, la comunidad judía oyó hablar de nuevas técnicas de restauración practicadas por expertos de Israel, pero el coste estimado de la reparación, de entre 10.000 y 12.000 euros (entre 14.300 y 17.150 dólares), resultaba demasiado elevado para las arcas de la sinagoga, refundada después de la guerra en la Roonstrasse.
El papa Benedicto XVI visitó el templo en agosto de 2005, durante el primer viaje de su pontificado, un gesto que estrechó los vínculos entre las comunidades judía y cristiana de la ciudad. Por ello, el cardenal arzobispo de Colonia, Joachim Meisner, al enterarse de las dificultades para restaurar la Torá, se decidió espontáneamente a financiar los trabajos.
"Este gesto de la Iglesia católica tiene una fuerte carga simbólica y subraya la buena relación entre la comunidad judía y católica", estimó Lehrer.
Tras su restauración en Israel, el rollo de la Torá será consagrado en la sinagoga el próximo 9 de noviembre, coincidiendo con el acto anual en recuerdo a las víctimas de la Noche del Pogrom.
Entre los invitados de honor, el cardenal Meisner hará entrega oficial del pergamino a la comunidad judía, que estará representada al más alto nivel por los dos grandes rabinos de Jerusalén, Shlomo Amar y Yona Metzger, así como por la presidenta del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Charlotte Knobloch.
Durante la Noche del Pogrom de 1938 fueron destruidas las siete sinagogas de Colonia, ciudad en la que se estima que los nazis asesinaron en el Holocausto a 11.000 judíos. Los apenas 50 supervivientes que permanecieron después de la guerra impulsaron la reconstrucción de la sinagoga de la Roonstrasse, un imponente edificio greco-románico, que desde 1959 es de nuevo el centro de la vida judía en la ciudad junto al Rin.
Hoy en día, la comunidad judía local cuenta con más de 5.000 miembros y es por ello una de las mayores al norte de los Alpes. El 19 de agosto de 2005, Benedicto XVI mantuvo en la Roonstrasse un encuentro con representantes judíos envuelto de un gran simbolismo, por tratarse de la visita de un Pontífice germano a un templo judío en el país ejecutor del Holocausto.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Una nueva exposición en Yad Vashem - Musulmanes que dieron su vida para salvar a judíos durante la Shoá

La exhibición cuenta, con fotografías y testimonios, la hazaña de decenas de musulmanes albaneses que, regidos por la ética del Islam, arriesgaron su vida para salvar a cientos de judíos perseguidos por el nazismo.

Por primera vez, Yad Vashem inaugurará esta semana una exposición acerca de musulmanes que salvaron judíos durante el Holocausto. La exhibición, que se abrirá al público este martes, se centra en los musulmanes albaneses que fueron previamente reconocidos como “Justos entre las Naciones”- el máximo honor que el museo de la Shoá entrega a la gente que arriesgó su vida para salvar judíos durante la Segunda Guerra Mundial. La muestra se titula “BESA: Un código de honor - Musulmanes albaneses que rescataron judíos durante el Holocausto”, y consta de una colección de imágenes del fotografo norteamericano Norman Gershman, la mayoría de ellas, retratos de los Justos albaneses y sus familias, acompañadas de breves textos. Antes de la Segunda Guerra Mundial, tan sólo 200 judíos vivían en Albania . Después del ascenso de Hitler, en 1933, miles de judíos que escapaban de los nazis cruzaron la frontera desde Yugoslavia , Alemania , Austria y Serbia . Cuando los alemanes ocuparon Albania en 1943, la población albanesa se rehusó a colaborar con los nazis entregándoles, como pedían, listas de residentes judíos de dicho país.La ayuda que salvó la vida de muchos judíos en este país, predominantemente musulmán, se basó en Besa, un código de honor que literalmente significa “mantener una promesa”. Casi todos los judíos que vivían en Albania durante la ocupación alemana pudieron salvarse, es más, es uno de los pocos países que, después de la guerra, contaba con una población judía mayor que antes de la guerra. “La extraordinaria historia de Albania , donde una nación entera, tanto desde el gobierno como en la población, actuó para rescatar judíos, es verdaderamente destacable”. Dijo la directora del museo, Yehudit Shendar. “Muchos, si no todos, estuvieron muy influenciados en esta elección por el Islam… Es una historia muy humana, que resalta un aspecto poco conocido del Holocausto”.
“Es una historia que rara vez fue hecha pública” coincidió con ella coincidió el sobreviviente de la Shoá Iaacov Altarat, de 74 años, que reside actualmente en Tel Aviv. Altarat escapó hacia Albania con sus padres cuando tenía sólo 8 años, en 1941, y el país lo refugió durante la guerra. “Esta es la historia de una nación que salvó a todos sus judíos por un código de comportamiento”, dijo.“¿Por qué mi padre salvó a un extraño, poniendo en riesgo su vida y al pueblo entero?” – pregunta Enver Alia Sheqer, hijo del Justo entre las Naciones Ali Sheqer Pashkaj, cuya obra se cuenta en la exhibición. “Mi padre era un devoto musulmán. Él creía que salvar una vida era entrar al paraíso”. La muestra quedará expuesta en Yad Vashem durante dos meses, y luego será trasladada a New York, donde se exhibirá en las oficinas de las Naciones Unidas el 27 de enero, para el Día Internacional de Recuerdo del Holocausto.

Traducido y adaptado de The Jerusalem Post

martes, 6 de noviembre de 2007

Historia del Yidish

Por Isaac Bashevis Singer

La relación entre el hebreo y el pueblo judío es muy particular; diferente a la establecida entre otros pueblos y sus idiomas, ya que se trata de Lashon Ha'Kodesh, la lengua sagrada utilizada en la Torá, en la cual cada palabra, cada letra está llena de revelaciones y contenido.
Sin embargo, luego del colapso provocado por el levantamiento de Bar Cojba, el uso del hebreo declinó en forma considerable y durante los ochocientos años posteriores, los judíos diseminados ya por todos los países de Europa, Asia y América hablaron el lenguaje de los pueblos entre los que se establecieronDesde el principio de la diáspora los judíos han sido bilingües, los rezos eran en hebreo, ya que la mayoría de los hombres podían leerlo. En el mundo moderno es difícil que exista un idioma civilizado que no haya sido utilizado como lenguaje por el judío, quien en ocasiones lo modificó para ajustarlo a sus necesidades.Aschkenaz fue el nombre de un antiguo pueblo que se menciona en la Biblia (Génesis 10,3) y es el que designa a Alemania de donde provinieron grandes masas de judíos que emigraron hacia Polonia y el resto de Europa.La base principal del Idish fue el dialecto germano "hochdeutsch", que junto al hebreo y al eslavo formaron este idioma.Max Weinreich, un gran lingüista del Idish, dijo que desde 1850 hasta el presente, los mayores componentes del Idish han sido el alemán, el hebreo, el ruso, el polaco, y algunos remanentes de lenguas como el Czee, Latvian, Lituano y otras."El lenguaje de Ashkenaz", una de las formas de nombrar el Idish, que comparte el abecedario hebreo, se convirtió en el idioma unificador de los judíos del Centro y el Este de Europa. En Polonia, uno de los grandes centros judaicos, fue el idioma judío por excelencia.El Idish utilizado en los ritos religiosos, los rezos y los métodos de enseñanza en las escuelas talmúdicas elementales (jeder - aula de clase), así como en las Ieshivot, fueron los elementos que permitieron proporcionar una uniformidad básica en la vida judía religiosa y en la transmisión de las tradiciones, que por varios siglos posibilitaron a los estudiantes asistir a las Ieshivot establecidas en Polonia, Alemania y Alsacia y a los rabinos y sabios del Talmud difundir sus conocimientos en diferentes países.Los judíos comenzaron a establecerse en el valle del Rin, durante el siglo IX y X, probablemente como resultado de la expulsión del norte de Francia y de Italia estos fueron los primeros miembros de la diáspora que usaron lo que hoy se conoce como el Idish, el cual logra su afianzamiento al final del siglo XVIII y principios del XIX con el surgimiento del Jasidismo, un movimiento religioso fundado en Polonia por el Baal Shem Tov (1698-1760), cuyo objetivo fue acercar a todas las personas por igual, ricos y pobres, a la fe y al amor a Di-s con alegría. Igualmente en ese periodo rabinos ortodoxos se opusieron a esta nueva corriente y se les conoció como "Misnagdím" (oponentes). Otro movimiento apareció en el Este Europeo llamado 'Haskalá (iluminismo) -Moses Méndelsohn (1729-1786), que argumentaba que con el Idish se mantenía la misma situación de restricción en los derechos civiles y persecución antisemita propia de los ghettos- y que se deberían hacer esfuerzos en parecerse a los no judíos hablando sus idiomas. Sin embargo resulta paradójico y curioso que tanto los Jasidim como los Misnagdím y los Maskilim para difundir sus ideales y objetivos se veían obligados a dirigirse al pueblo en Idish, ya que éste era el idioma de la gran masa judía.En la última década del siglo XIX se agravó la situación de los judíos de Europa oriental, sobre todo en la Rusia zarista, los problemas económicos, políticos y sociales eran insostenibles. Se abrió una gran brecha dentro de las comunidades judías entre el pobre y el rico, dando lugar a la aparición de la prensa Sionista en Idish.Asimismo, obras monumentales de sabios y Rebes judíos sobre comentarios de la Torá, interpretaciones del Midrash, explicaciones filosóficas, místicas y espirituales se hicieron en ese idioma, primero en forma de comunicación oral y luego por escrito. Como ejemplos se pueden mencionar l as obras del Baal Shem Tov, las de Najman de Bratslav y los comentarios de Zena uRena.Con la inmigración de Europa a Estados Unidos, los judíos trajeron consigo el amor por su idioma popular. Entre los muchos escritores y poetas que llegaron a Estados Unidos (1935), sobresale la figura de Isaac Bashevis Singer, hijo de Rabino, quien comenzó a escribir en Polonia donde nació y recibió el Premio Nobel de Literatura por sus obras escritas en Idish en 1978. Este comentó en una ocasión: "...Estoy seguro de que el día de la resurrección, millones de cadáveres se alzarán de sus tumbas hablando Idish, y su primera pregunta será: ¿hay un nuevo libro en Idish para leer?"Las escuelas públicas en la vida americana fue otro problema con el cual se encontró el Idish. El uso constante del inglés por los niños en el hogar tuvo el efecto de "obligar" a sus padres a abandonar muchas expresiones y palabras judías. Una parte de la prensa, oradores y rabinos empezaron a usar el nuevo idioma.El período entre las dos guerras mundiales es cuando se muestra el mayor progreso del Idish. En Rusia, los primeros años después de la revolución de Octubre, el Idish fue reconocido como el idioma oficial de la población judía. En 1924 se proscribe el hebreo por ser idioma nacionalista burgués de los judíos y el Idish es aceptado como idioma de la clase obrera judía, fue así convertido en uno de los 60 idiomas oficiales del país. Existían diarios, periódicos, escuelas, teatros, instituciones culturales y científicas, y hasta tribunales que hacían uso del Idish como medio de expresión. Pero todo esto acabó de pronto durante los años del gobierno de Stalin, en que se puso en práctica un régimen de discriminación para la cultura judía que se alargó con Kruschev y continuó casi hasta nuestros días. Los grandes escritores judíos fueron apresados y fusilados durante el régimen stalinista, y todas las actividades terminaron con el cierre de los institutos y escuelas.Durante 1931 y 1932 sólo en Ucrania, donde se encontraba la mayor concentración de judíos de la URSS, casi 160.000 alumnos, o sea la mitad de toda la población escolar judía de la república, asistían a 700 escuelas mantenidas por el Estado. En ellas el Idish era el idioma de enseñanza, se establecieron facultades especiales donde se hablaba el Idish en la universidad de Moscú, Leningrado, Kiev, en la Academia de Ciencia de Minsk.Datos oficiales informan que durante el período 1918-1935 fueron publicados aproximadamente 5.000 libros en ese idioma, en ediciones que totalizaron 18.000.000 de ejemplares. En 1940, un año antes de que el nazismo inundara la URSS donde vivían más judíos, las editoriales publicaron 5.000.000 de volúmenes en Idish, 3.000.000 de los cuales, según se afirma, pertenecían a obras de Sholem Aleijem. Se calculó que entonces había más de 5.000 escritores, editores, periodistas, eruditos, actores, locutores de radio de idioma Idish. Con la Segunda Guerra Mundial y los sucesos del holocausto, fue aniquilada la mayor parte de la población judía europea. El Idish era hablado por 11.000.000 de judíos antes de la Segunda Guerra y aún en los mismos ghettos y campos de concentración fueron escritas obras de carácter documental. Los pocos escritores que quedaron con vida se refugiaron en Estados Unidos y en Israel y ellos han asumido la responsabilidad por la continuidad del Idish. Del mismo modo lo hacen las comunidades ortodoxas que siguen manteniendo la enseñanza del Idish como idioma y como el modo de transmisión en su idioma original de la gran sabiduría judía.> A pesar del holocausto nazi, que exterminó a millones de judíos, a pesar de que se privó a los judíos soviéticos de la base cultural y religiosa de su idioma, y de todas las demás contrariedades de la historia, el Idish siempre vivirá en las páginas impresas, en su música, en sus expresiones, como una irremplazable fuente de cultura y tradición del pueblo judío, y es completamente imposible estudiar y saber de la vida judía de los últimos siglos sin recurrir a la rica y variada literatura Idish."El Idish no ha dicho todavía su última palabra, pues contiene tesoros que no han sido revelados a los ojos del mundo. Esta fue la lengua de los mártires y de los santos, de los soñadores y los cabalistas; rico en humor y recuerdos que la humanidad nunca debería olvidar. En una forma figurativa, el Idish es la lengua sabia y humilde de todos nosotros, el idioma de la asustada y esperanzada humanidad" (Isaac Bashevis Singer).

Origen y desarrollo de los apellidos Ashkenazies

APELLIDOS ASHKENAZIM : ORIGEN Y DESARROLLO
Por Isaac Goldberg 16/9/96

Es seguro decir que a través de la historia judía, hasta la revolución francesa y el derrumbamiento de los muros de los ghettos, la mayoría de los judíos no contaban con un apellido tal como nosotros entendemos el concepto.
Los sabios de la Mishnah y el Talmud eran conocidos por su "primer nombre ben nombre del padre". Así, por ejemplo: Judah ben Samuel, Ha-Hasid; Baruch ben Samuel, etc.
Ashkenaz es el nombre aplicado a las comunidades judías de Alemania, Francia y Bohemia. La judería ashkenazi también incluía a los judíos de Polonia y Rusia, la mayoría de los cuales provenían de Alemania. El hecho más contundente que los definía era lo que hoy se conoce como yiddish, un dialecto derivado principalmente del alemán medio, y todavía hoy hablado por algunos judíos ashkenazim.
En los documentos ashkenazim alemanes, pocos apellidos se mencionan. En los documentos oficiales hebreos (tal como un 'get' -- divorcio) solo los nombres usados por judíos y entre judíos eran admitidos, para que el documento fuese "kosher". Cuando distintas personas con el mismo nombre hebreo (una fuerte posibilidad!) se veían involucradas en un divorcio, nombres de familia suplementarios (apellidos) se adicionaban.
De acuerdo con esto, los apellidos en los documentos del norte de Europa aparecían en forma esporádica antes de la segunda mitad del siglo XVIII.
Con el advenimiento del nuevo orden, los gobiernos de los ducados, pequeños reinos y otras entidades políticas se enfrentaron al problema financiero y administrativo de contabilizar los impuestos de estos nuevos "ciudadanos". Esto creó un serio problema de tipo legal. Por ejemplo, cómo identificar varios casos donde el titular de la casa tenía el mismo nombre - Isaac ben Jacob.
Es una ironía de la historia judía que el Emperador de Austria, José II, hijo de la archi antisemita María Teresa, fanática legalista que no soportaba a los judíos, fue un muy tolerante y liberal administrador. Él permitió a los judíos aprender tareas manuales, para emplear en agricultura y comercio al por mayor, y los admitió en las universidades y el ejército. En 1787, promulgó un edicto ordenando a los judíos de Galitzia y Bukovina adoptar permanentemente apellidos, el primero en dictar tal norma en Europa.
Luego Prusia ocupó Varsovia desde 1794 a 1806 e impuso pronunciación alemana a los apellidos judíos.
Las leyes ordenando a los judíos a adoptar apellidos pronto se instauraron también en Frankfurt, Baden, Westfalia y otras comarcas.
En 1808, Napoleón decretó una norma similar para todo judío en su imperio.
En el imperio ruso, el Zar Alejandro inició esta política en 1804, finalizándola en 1845.
Estas nuevas regulaciones se implementaban para facilitar el cobro de impuestos y la conscripción de soldados judíos.
Para el gobierno oficial a cargo, el registro de apellidos judíos abrió un nuevo camino para obtener dinero de los judíos.
Los apellidos con sonidos delicados derivados de flores y piedras preciosas, tales como: Rosenthal, (valle de rosas), Lilienthal (valle de lilas), Edelstein (hermosa piedra), Diamant (diamante), Saphir (zafiro) tenían un alto precio. Aquellos que no podían pagarlos, tuvieron que adoptar apellidos como Schmalz (pasto), Singmirwas (cantame algo), Eselkopf (cabeza de burro), etc. La política fue de "germanizar" los apellidos.
En aquellos lugares donde los judíos pudieron manejar la situación, y escapar de la intervención gubernamental, otras fueron las soluciones adoptadas.

1. Casta o función
Uno de los procedimientos populares fue el de aprovechar su función o casta religiosa, por ej. Kohen y sus variadas formas tal como:
· Cohen · Katz (de kohen tzedek) · Kaplan · Kagan · Kahan · Kahn · Kohnstamm
Una creencia popular respecto de los kohanim y sus cabellos ondulados, dio lugar a apellidos tales como :
· Kraushaar (aleman por cabello rizado) · Duchan · Duchen · Duchin (de "dukhening" yiddish por el ritual de bendicion de los kohanim)
Levi y sus variadas formas:
· Levy · Levin · Levine · Levinsky · Levitansky · Levitsky · Levinson · Levitt · Segal (una abreviatura de segan levi, "ayudante del levita")
variaciones de Segal son:
· Zoegell · Chagall · Segalowitch

2. profesión
Las ocupaciones fueron una importante fuente para determinar los nuevosapellidos:
· Cantor, kantor, y Singer· Fleischer y Fleischmann (carnicero) · Beck, Becker, Backer, Baker(panadero)- Pekarsky en ruso es pekar = panadero· Breuer (cervecero)· Weber (Tejedor)· Kramer (comerciante)· Wechsler (cambiador de dinero)· Goldschmidt (goldsmith)· Brenner (destilador)· Gerber (curtidor)· Shub, (de shojet-u-bodek (carnicero e inspector)· Schechter (carnicero ritual) · Resnick (eslavo para carnicero)· Lehrer (profesor)· Schneider (sastre)· Saltzmann y Saltman y Saltzman (especiero)· Farber (pintor)· Sandler y Schuster (zapatero)· Fiedler y Fiddler (violinista)· Grajek (pulidor) (Geiger en aleman)· Gottesdiener (el que sirve a D-os),(Hegedus en hungaro)· Wassermann y Watterman (aguatero)

3. patronímicos
El camino mas simple de escoger un apellido fue el de crear un patronímico sumando el sufijo -sohn en alemán, -vitch en ruso, también -ov, -off, -eff, y -kin denotando "descendiente de..".
Del padre:
· Isaac -- Isaacs, Isaacson, Itzik, Eisen· Jacob -- Jacobs, Jacobsen, Jacobson, Jacubson, Jacobowitz, Jacubowitz· Abraham -- Abrams, Abramson· Mendel -- Mendelson · David -- Davidson
De la madre:
· Sarah -- Sarasohn, Sarlin, Sarkin· Greta -- Gretz, Graetz· Rivka (rebeca) -- Rivkin· Batya -- Baskin, Basin· Hora (en checo montaña) -- Horovitz· Man, Manis, Manes, Mannes -- Manischewitz· Margaret -- Margaretten
Algunas veces un apellido reunía a ambos padres o se vinculaba con la esposa:
· Dienesman ("marido de dinah")· Hodesmann ("marido de hadassah")· Perlman ("marido deperl")

4. lugar de origen
Muchos judíos tomaron sus apellidos de su lugar de origen, así nosotros encontramos innumerables provincias, ciudades, villas, pueblos, sobre todo en Alemania, Austria, Rusia occidental, Hungría y otros países que dieron apellidos como :
· Auerbach· Bamberger, Baumberger· Brody· Dreyfuss (degeneración del término alsaciano de Treves)· Dresner (Dresden)· Spiro (Speyer,tambien Shapiro)· Lasker· Horowitz (eslavo: Gurovitz, Gurevitz)· Frankfurter· Wiener (Viena)· Landau (de Londres)· Pinsky, Pinsker (de Pinsk)· Frank (de Franconia) -- algunos consideran que proviene de Frankel, un sobrenombre para Efraim· Schwab (de Swebia)· Pollack (de Polonia)· Littauer (de Lituania)· Schlesinger (de Silesia)
No siempre es fácil determinar si un apellido en particular proviene de un pueblo o no. Así, Steinberg, Goldberg, Greenberg, y Rosenberg podrían ser nombres de lugares reales, mientras que Levinstein y Aronthal no. El hecho de tener el apellido de un lugar físico no obligatoriamente quiere decir que el apellido provenga de ese lugar. El apellido Berlin no tiene, en la mayoría de los casos nada que ver con la ciudad alemana. Es en realidad un patronímico de Ber o Berl. Berlin simplemente significa "el hijo de Berl".
Así también el apellido London es realmente la palabra hebrea "lemden" (instruído, educado) por medio de la cual el portador fue conocido en la comunidad judía. Pero la autoridad legal confundió London con Lemden.
Un grupo de apellidos nace de las características de la vivienda en que residían, ya que las calles tenían nombres pero no números, así:
· Wolf (lobo)· Lion, Lyon, Leon (leon)· Apfel (manzana)· Blum, Bloom, Blumenfeld (flores)· Spiegel (espejo)· Adler (aguila)
El más prominente, por supuesto, fue Rothschild (escudo rojo ).

5. Acrónimos de letras hebreas
Ejemplos:
· Schach (de Shabat Kohan)· Bach (de bet chadash)· Malbim (de Meir leib ben Jehiel Michel (rabino y estudioso de la Biblia)· Brann (de Ben rabbi Nahman)· Braff (de Ben rabbi Feivel)· Bash y Basch, (de Ben Shimshon)· Brasch (de Ben rav Shimshon)· Metz y Matz (de Moreh tsedek)· Schalit y Shalit, (de sheyihye le-orekh yamim tovim)· Wallach, (de veahavta le-reyakha kamocha)

6. Traducciones
Algunas veces el apellido surgió de la traducción en el idioma vernáculo: La idea de "paz" (de Salomon y Shalom fue transformada en el nombre Fried y Friedman; así se obtiene:
· Shalom - Friedman· Gedaliah - Grossman, Groisman, Grussman· Itzik - Lachman, Wachman· Tuviah - Goodman, Gutman,· Shimshon - Starkman· Meir - Lichtman, LichtOtros casos de interés podrían ser:
· Gross o Grois o Rojs - grande; Grosz o Nagy (hungaro); Duzy (polaco)· Gold y sus derivados - Zlato (ruso/polaco); Aranyi (hungaro)· Einstein - patronimico de "ein" (hayim)· Einhorn - unicornio (aleman)· Rubin y sus derivados - rubí (piedra de la tribú de Reuben)· Pomerantz - naranja (ruso y polaco)· Margolis y sus derivados (margalit) - perla· Frank o Frankel o Frenck - sobrenombre para Efraim· Okin u Okun - (ruso) (perca, pez de agua dulce)
Los nombres Alter y Altman (hombre viejo) provienen de un segundo nombre dado a menudo a un niño nacido póstumamente o nacido después de la muerte de un hermano/a, para prevenir el mal de ojo.
En algunos casos, los nombres fueron simplemente inventados, en otros fuerontomados de caracteres de la literatura popular (Sternberg, Morgenthau). En muchas comunidades en Hungría, los judíos fueron divididos en cuatro grupos, y a cada grupo se le asigno un nombre:
· Weiss (blanco)· Schwartz (negro)· Gross (grande)· Klein (pequeño), respectivamente.
Incluso el servicio de Inmigración y naturalización tuvo injerencias, cambiando y americanizando los apellidos europeos. Muchos Cohen no son realmente cohanim. Si el apellido original tenía un sonido difícil de pronunciar o escribir, el empleado de Ellis Island lo reemplazaba por "Cohen", si el nombre comenzaba con "k". Así como también por Levi/Levy si el apellido resultaba difícil y comenzaba con "l." En muchos casos, donde el apellido original tenía muchas sílabas, el empleado simplemente registraba la primer sílaba del mismo y el resto lo truncaba.
Hollywood también ha tenido su efecto negativo en los nombres judíos. Muchos actores y actrices cambiaron sus nombres para atraer una mayor audiencia y evitar ser discriminados por su judaísmo. Así los nombres cambiaron de
"Milton Berlinger" a "Milton Berle", "Fanny Borach" a "Fanny Brice", "Isse Danielovitch" a "Kirk Douglas", "Julius Garfinkle" a "John Garfield", "Emanuel Goldberg" a "Edward G. Robinson", "Joseph Levitch" a "Jerry Lewis", "Judith Tuvim" a "Judy Holliday", "Asa Yoelson" a "Al Jolson", "Theodosia Goodman" a "Theda Bara", "Sonia Kalish" a "Sophie Tucker", "Isidor Iskowitch" a "Eddie Cantor", "Irving Lahrheim" a "Bert Lahr", "Israel Baline" a "Irving Berlin".

7. Los apellidos en Israel
Luego de discutir los apellidos en la diáspora, volvamos a Israel y exploremos el cambio de los nombres israelíes mas comunes. Muchos nombres volvieron de la diáspora con algunos cambios cosméticos, tanto por traducción, o recorte en su largo o perdida de sufijos tales como "vich," "witz," etc. El mas prominente y familiar personaje es "David ben-Gurion, cuyo apellido original era "Green". El uso las consonantes "g," "r," y "n" y escogió el nombre de un antiguo líder palestino "gurion". El segundo primer ministro israelí, Isaac ben-Zvi, fue originalmente Isaac Shimshelewitz, hijo de Zvi Shimshelewitz. El cambio por Isaac ben-Zvi, usando el nombre de su padre. Moshe Chertok, primer ministro de relaciones extranjeras, usando las consonantes de su nombre se convirtió en Moshe Sharett .El primerministro, Levi Eshkol, originalmente se llamaba Levi Shkolnik. El conocido historiador Michael Friedman se convirtió en Michael Ish-Shalom (hombre de paz).
El nombre Goldberg tiene muchas permutaciones: Har-Zahav, Harpaz, Ophir, Pazy, Zahavy. Shimon Peres fue originalmente Shimon Persky. Morgenstern se convirtió en Shahar (amanecer) o Ben-Shahar, Gottesman se convirtió en Yedidyah (el amigo de dios). Es así como los apellidos judíos aún está sufriendo modificaciones y se están adaptando a los tiempos modernos.
Pero con el estado de Israel y un mundo mas civilizado, los nombres judíos están cambiando naturalmente, por razones significativas, no debido a fuerzas externas, o temores internos, sin cambios forzados, extraños o sin sentido.

Isaac Goldberg 16/9/96
© 1996 Arlington-Fairfax Jewish Congregationhttp://www.habait.co.il/data/Varios/Variosview.asp?mCatID=1022&tpMID=289

The following was taken from Dan Rottenberg's Finding Our Fathers: A Guidebook to Jewish Genealogy. "Until the nineteenth century the question of whether to take on a family name was left to the individual Jew. In parts of Spain, Portugal and Italy, family names were common as early as the fourteenth century. But for the great bulk of the Jews in Germany and Eastern Europe, followed the tradition of using merely the personal name and the father's name. For example, Avraham, the son of Zevi ben Moshe, would be Avraham ben Zevi. "Emperor Joseph II of Austria, who issued the Edict of Toleration for the Jews in 1781, was the first to require Jews to take family names-in Galacia, in 1785. Two years later this was extended to all the Austrian provinces except Hungary. Jews were given names based on the size of the registration fee they could afford. The most expensive were names derived from flowers and gems, like Rosenthal or Goldstein; for a smaller amount, you could get a name like Stahl (steel) or Eisen (iron); and if you had no money at all, you would be saddled with a nonsensical name like Ochsenschwanz (ox tail), Wasenknicker (bug squasher) or Galgenstrick (dirty trick/gallow's rope)".
Jewish family names became more common in the 10th and 11th century as more Jews moved to the cities (Kagnaoff, 1977). The Jews of Spain, Portugal, and Italy had hereditary family names starting in the 14th century.
In 1781 Emperor Joseph II of Austria promulgated the Edict Of Toleration for the Jews, which established the requirement for mandatory hereditary surnames. The Jews of Galicia did not adopt family names until 1785. Family names were then required throughout the Austrian Empire by the year 1787, with the exception of Hungary (Kaganoff, 1977 & Rottenberg, 1977). The great bulk of the Jews in Germany and Eastern Europe continued to follow the tradition of using the personal name plus the father's name (patronymic system). For example, Yisrul ben Zalman, Avraham ben Zevi (Rottenberg, 1977).