viernes, 26 de septiembre de 2008

Encontraron la capital del reino judío de Khazar

Fuente: http://new.aurora-israel.co.il/articulos/israel/MundoJudio/16034/

Arqueólogos rusos encontraron la capital perdida del reino Khazar en el sur de Rusia, un avance para la investigación sobre el antiguo Estado judío."Este es un descubrimiento muy importante", comentó el organizador de la expedición, Dimitri Vasilyev, desde la Universidad Estatal de Astracán luego de finalizar excavaciones cerca de la aldea de Samosdelka, justo al norte del Mar Caspio."Ahora podemos arrojar luz sobre uno de los más intrigantes misterios de ese período, la forma en que los Khazar realmente vivieron. Sabemos muy poco acerca de sus tradiciones, ritos funerarios y cultura", agregó.La ciudad fue la capital de los Khazar, un semi-nómade pueblo turco que adoptó el judaísmo como su religión, entre los siglos 8 y 10, hasta que fue capturada y saqueada por los gobernantes de la antigua Rusia.El Estado Khazar y sus adyacencias abarcaban lo que es el sur de Rusia, Kazajstán occidental, el este de Ucrania, Azerbaiyán y gran parte de Rusia en la región del Cáucaso septentrional.La capital se refiere como Itil, en las crónicas árabes, pero Vasilyev aclaró que la palabra puede haber sido utilizada para referirse al Río Volga sobre el que la ciudad fue fundada o a los alrededores de la región que abarca el delta del río.De Itil se comenta que era una sociedad multiétnica, con casas de culto y jueces para los cristianos, judíos, musulmanes y paganos. Sus restos hasta ahora nunca habían sido identificados y se comentó que han sido arrastrados por el mar Caspio.Los arqueólogos estuvieron excavando en la zona de Samosdelka durante los últimos nueve años, pero sólo ahora se ha recogido material suficiente para respaldar su tesis, incluyendo los restos de una antigua fortaleza de ladrillo, agregó."Dentro de la fortaleza, encontramos cabañas similares a yurtas, que son características de las ciudades Khazar. La fortaleza tenía una forma triangular y se hizo con ladrillos. Es otro argumento que no se trata de una ciudad común", concluyó.Alrededor de 10 arqueólogos universitarios y unos 50 estudiantes tomaron parte en las excavaciones en la región este verano, que son en parte financiados por la Universidad Judía de Moscú y el Congreso Judío Ruso.

martes, 16 de septiembre de 2008

Judíos y Violines

Esta es la historia de un romance entrañable entre un pueblo y un noble instrumento musical, el violín. En ese romance, y no por casualidad, lametáfora del judío como violinista sobre un tejado es casi perfecta.
"Yo soy judío, pero de mi hermano no sé", ironizó Hugo acerca del célebre violinista prodigio Fritz Kreisler, quien ocultaba su judeidad debido a lajudeofobia de su esposa Harriet. Cuando ésta insistió en que "Fritz notiene en sus venas ni una gota de sangre judía", Leopold Godowsky repuso: "Debe de estar muy anémico"..
En efecto, a fin de eludir la animadversión del medio durante la primeramitad del siglo XX, muchos músicos judeoalemanes desdibujaron su origen. Pero la huida distaba de ser perfecta, porque en alguna medida a los violinistas los delataba la profesión.
La desproporcionada presencia de israelitas entre los violinistas mássobresalientes es ineludible: Alfred Brodsky (a quien Tchaikovsky le dedicó su Concierto para Violín), Jascha Heifetz, Joseph Joachim, Yehudi Menuhin, Nathan Milstein, David Oistrakh, Itzhak Perlman, Isaac Stern,Joseph Szigeti, Bronislaw Huberman, Leonid Kogan, Arnold Steinhardt, Paul Zukofsky. la lista es interminable.
Una de las explicaciones de esa desproporción surge de un análisis de Josef Jacobs en un libro publicado en Londres en 1886: La distribucióncomparativa de la habilidad judía. Jacobs enumera cuatro preeminencias delos judíos: dos debidas a un impulso interno de su propia cultura (la música y la metafísica) y dos resultantes de actividades impuestas por el medio circundante (la filología y las finanzas).
En lo que se refiere a la proclividad musical, su causa sería "el carácterhogareño de la religión judía, que necesariamente hace que la música forme parte de sus hogares". Un buen manual sobre esta tendencia y sobre cómo hacontribuido a la cultura occidental fue traducido al castellano: La músicade Israel de Peter Gradenwitz (1948).
Del violín resultan los máximos logros de la música instrumental; es el supremo de la música de cámara y el que tiende a tocar más notas en lasorquestas. Por ello, no fue casual que adquiriera en la vivencia judía un rol tan central.
Cuando hace casi medio siglo se adaptó la obra de Scholem Aleijem Tevie y sus hijas, dio lugar a uno de los éxitos más inolvidables de Broadway: Elviolinista sobre el tejado de Joseph Stein, con música de Jerry Bock. La imagen de un violinista como representativo del destino hebreo es casi perfecta. El judío en el remolino de la historia se encarna en unviolinista que se esfuerza en destilar armonía a pesar de su precaria ubicación en un tejado que le exige habilidad para el equilibrio einveterado optimismo.
Es una imagen apropiada también porque en las bandas klezmer de artejudío, el violinista constituía junto al clarinetista la parte más visible. En la mentada obra, el violinista personifica asimismo los deseos íntimos deTevie y su fidelidad a la tradición de Israel.
La pieza fue estrenada en 1965, y un lustro después llevó a Topol a la celebridad en la película homónima. Fue la primera de las comediasmusicales famosas que abordó una temática seria como la de la persecución y pobreza: las penurias de los hebreos en el shtetl (aldea judía) de Anatevka en la Rusia zarista de 1905; y las dificultades de Tevie, suesposa Golde y sus cinco hijas para mantener la tradición en un mundovelozmente cambiante.
En esa época, en muchas aldeas judías de la "Zona de Residencia" (fuera de la cual los judíos tenían prohibido radicarse) se establecieron escuelasde música en las que los niños aprendían violín desde temprana edad, y en las que se producían para ese instrumento composiciones judaicas originales. En1980 el musicólogo Vitally Zemtsofsky localizó a uno de aquellosviolinistas "graduado" de los conservatorios del shtetl. El gran pedagogo de esa música fue Leopold Auer, quien abrió camino a los principales violinistas del siglo XX.
En IsraelLa nómina de violinistas de renombre internacional ha sido ampliada porvarios israelíes como Gil Shaham y Shlomo Mintz. Cuando hace unos meses se celebró en Israel el septuagésimo cumpleaños de Zubin Mehta, al queasistieron además de las autoridades nacionales celebridades como SofíaLoren, no sorprendió que los medios de prensa soslayaran los festejos que acompañaran al maestro en Israel y sólo mencionaran los que tuvieron lugaren Europa (con frecuencia los medios excluyen del currículum de Mehta eldato elemental de que es director la Orquesta Filarmónica de Israel).
Debido a su presencia en Jerusalem para los festejos, fui uno de losafortunados que asistió a un concierto suyo en el marco del cicloIntermezzo, que tuvo lugar en el teatro mayor de la capital. El 7 de marzo pasado la OFI interpretó la obertura de Leonora de Beethoven, y luego elconcierto de Elgar para violín, con Pinchas Zukerman como solista. Comobien señalara el introductor Arie Vardi, era imposible pedir mayor calidad.
El año pasado, con motivo de que Itzjak Perlman cumpliera sesenta años, seeditaron en Israel sus interpretaciones más famosas de klezmer, músicajasídica y litúrgica, bajo el elocuente título de Un violín judío.
No sólo las celebraciones israelíes son protagonizadas por violinistasjudíos. El 18 de julio de 2005 fui invitado por Etel y Egon Friedler a losfestejos en el teatro Solís de Montevideo, del 175to aniversario de la constitución del Uruguay. Se trataba de un concierto de gala al queasistieron el presidente de la Nación y sus ministros. El protagonista fueel violinista Amiram Ganz, hijo de jazán, que interpretó dos obras uruguayas (la Toccata de Héctor Tosar y La isla de los ceibos de EduardoFabini) y dos universales (el Concierto Fúnebre de Karl Hartmann y elConcierto para violín de Beethoven).
También la célebre película de Steven Spielberg La lista de Schindler puso al violín en un rol central y simbólico, y la representativa música deJohn Williams fue maravillosamente interpretada por Itzhak Perlman.
Israel está a la vanguardia en educación musical, alentada desde numerosos conservatorios y escuelas, y consecuentemente el violín constituye aquí uninstrumento primordial. Los jóvenes secundarios israelíes pueden optar por el violín para concretar sus exámenes finales ("bagrut"), y la gran exigencia en la preparación (a quien escribe estas líneas le ha tocadovivirlo como padre de Jonatan, dedicado al violín) incluye notables piezas de artistas israelíes. En suma, contribuye a mantener al Estado judío devoto de un instrumento en el que la tradición de Israel halló un asiduoreferente.