martes, 13 de noviembre de 2007

El regreso del Sefer Torah

Por Vicente Poveda

El 9 de noviembre de 1938, en la Noche del Pogrom, una multitud miraba cruzada de brazos cómo ardía la sinagoga de la Glockengasse en la ciudad alemana de Colonia. Pero un sacerdote católico de 65 años arriesgó su vida y se adentró entre las llamas para salvar el rollo de la Torá, el elemento más sagrado del templo.
"Aquí no sólo se destruye la Biblia de los judíos, sino también la Biblia de los cristianos", dijo por aquel entonces monseñor Gustav Meinertz, quien, como secretario general de la Asociación Alemana de Tierra Santa, había desarrollado una sensibilidad y respeto especial en el trato con los judíos.
Después de la guerra, el prelado devolvió el pergamino sagrado y se convirtió hasta su muerte en 1959 en frecuente invitado de honor de la comunidad judía.
La Torá está formada por los cinco primeros libros de la Biblia y constituye para los judíos el núcleo más sagrado de la revelación divina. Cada sinagoga dispone de un pergamino con la Sagrada Escritura, que se emplea en numerosas ceremonias.
Pero el rollo que estuvo a punto de arder en Colonia quedó tan dañado por el humo y el fuego que no pudo ser utilizado más. Por ello, durante décadas, la comunidad judía se limitó a mostrarlo en un expositor como recuerdo de su trágica historia.
"Por aquel entonces, la técnica no estaba lo suficientemente avanzada como para restaurarlo", afirmó Abraham Lehrer, miembro del consejo de la sinagoga.
Hace tres años, la comunidad judía oyó hablar de nuevas técnicas de restauración practicadas por expertos de Israel, pero el coste estimado de la reparación, de entre 10.000 y 12.000 euros (entre 14.300 y 17.150 dólares), resultaba demasiado elevado para las arcas de la sinagoga, refundada después de la guerra en la Roonstrasse.
El papa Benedicto XVI visitó el templo en agosto de 2005, durante el primer viaje de su pontificado, un gesto que estrechó los vínculos entre las comunidades judía y cristiana de la ciudad. Por ello, el cardenal arzobispo de Colonia, Joachim Meisner, al enterarse de las dificultades para restaurar la Torá, se decidió espontáneamente a financiar los trabajos.
"Este gesto de la Iglesia católica tiene una fuerte carga simbólica y subraya la buena relación entre la comunidad judía y católica", estimó Lehrer.
Tras su restauración en Israel, el rollo de la Torá será consagrado en la sinagoga el próximo 9 de noviembre, coincidiendo con el acto anual en recuerdo a las víctimas de la Noche del Pogrom.
Entre los invitados de honor, el cardenal Meisner hará entrega oficial del pergamino a la comunidad judía, que estará representada al más alto nivel por los dos grandes rabinos de Jerusalén, Shlomo Amar y Yona Metzger, así como por la presidenta del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Charlotte Knobloch.
Durante la Noche del Pogrom de 1938 fueron destruidas las siete sinagogas de Colonia, ciudad en la que se estima que los nazis asesinaron en el Holocausto a 11.000 judíos. Los apenas 50 supervivientes que permanecieron después de la guerra impulsaron la reconstrucción de la sinagoga de la Roonstrasse, un imponente edificio greco-románico, que desde 1959 es de nuevo el centro de la vida judía en la ciudad junto al Rin.
Hoy en día, la comunidad judía local cuenta con más de 5.000 miembros y es por ello una de las mayores al norte de los Alpes. El 19 de agosto de 2005, Benedicto XVI mantuvo en la Roonstrasse un encuentro con representantes judíos envuelto de un gran simbolismo, por tratarse de la visita de un Pontífice germano a un templo judío en el país ejecutor del Holocausto.

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